La idea es seductora. Irresistible incluso: crear un videojuego que se pueda disfrutar una vida entera y aun así no terminarlo nunca. El título infinito. O eterno. Como el universo. No Man's Sky lo promete, ni más ni menos que una odisea espacial que seguramente hubiera llamado la atención de Stanley Kubrick por el logro que el estudio británico Hello Games ha desarrollado para PlayStation4 por medio de algoritmos matemáticos que impiden la repetición y lo hacen todo nuevo, distinto, imprevisible. Planetas que nunca se acaban (18 quintillones) porque son creados de forma aleatoria. Nada de universos cerrados. Toca subirse a la nave y dejarse perder para encontrar formas de subsistencia. Unas veces habrá que luchar. Otras será necesario comerciar. Combatir o escapar, depende de las circunstancias. Reparar, potenciar, negociar. La exploración como arte sin saber lo que te espera, con escenarios cambiantes y especies de todo tipo. Peleas cuerpo a cuerpo o grandes combates, por separado o forjando alianzas interestelares, disfrutando de los paseos por inmensos paisajes en los que hay dinosaurios bajo un sol de justicia o glaciares habitados por quién sabe qué tipo de alienígenas, con los que se pueden establecer relaciones comerciales para dominar su lengua.
Y esa libertad de movimientos se traslada a las acciones más nimias, como diseñar las naves, los trajes y las armas a nuestro gusto. No es, pues, un juego con una historia lineal cuyos capítulos estén decididos de antemano y el usuario se limite a seguir una ruta marcada. Todo lo contrario: lo que realmente importa en esta irrealidad es que a los mandos de la consola haya un viajero que no sabe lo que espera allí donde aterriza, y que necesitará de paciencia, astucia, imaginación y reflejos para salir vivo de las situaciones más complicadas y aprovecharse de las riquezas a menudo ocultas de los planetas para seguir adelante.
De una belleza plástica que remite a la ciencia ficción más clásica (y encantadora), No Man's Sky es una propuesta que abre nuevos caminos en el mundo de los videojuegos y que se rodea de una banda sonora muy apropiada de la banda británica 65DaysOfStatic, perfectamente respaldada por un sonido espectacular.
