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Con la nostalgia sí se juega

Nintendo lanza una versión de bolsillo de la mítica consola NES, que abrió camino en los años 80 con treinta juegos que hicieron historia

Con la nostalgia sí se juega

Lo clásico siempre es nuevo cuando es bueno. Y la consola Nintendo Classic Mini juega esa baza retro a fondo. En estos tiempos donde el principal escenario de guerra se centra en tener los mejores motores y los gráficos más deslumbrantes, esta apuesta decidida por la nostalgia es tan sorprendente como original. Y su encanto es evidente. ¿De qué se trata? De poner en las manos de los jugones de cualquier edad (aunque a los más veteranos les resultará especialmente atractivo esta especie de regreso al pasado en tiempos donde sólo parece importar el futuro) una versión de bolsillo de la mítica NES (Nintendo Entertainment System), lanzada en Europa originalmente en 1986. Una versión con un hardware completamente nuevo y preparada para los tiempos actuales, claro está: basta con enchufarla al televisor, empuñar su icónico mando gris y descubrir o redescubrir aquellos vetustos juegos de 8 bits (entrañables al máximo) pero con alta definición de 60 Hz. Hasta treinta títulos preinstalados.

Y ahora es cuando toca poner los mandos largos. Ahí van algunas posibilidades: "Super Mario Bros", "The legend of Zelda", "Donkey Kong", "Metroid", "Pac-Man", "Final Fantasy", "Castlevania", "StarTropics", "Tecmo Bowl" o "Dr. Mario"... El mando también puede utilizarse con los juegos de la consola virtual de NES en la consola Wii o Wii U conectándolo a un mando de Wii. Y existe la opción de jugar acompañado para que haya más competitividad en la lucha por los récords. Cada juego puede retomarse en el punto donde se abandonó por medio de cuatro espacios para puntos de suspensión. Basta con apretar el botón RESET para regresar al menú y guardar el progreso en un espacio y así no correr riesgos de pérdida. Si Nintendo es claramente una compañía que apuesta sin reparos por el ocio en familia, esta puesta al día de la NES respetando su esencia (incluido un cable original que a las nuevas generaciones les puede parecer corto) invita a que grandes y pequeños se sienten juntos a jugar con los pixels y las líneas de la época. No hay que ser adivino para tener claro que estas Navidades la NES envuelta en papel de regalo puede alegrar la vida a muchos niños grandes.

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