El mundo después del apocalipsis que lo arrasó hace mil años no es un lugar precisamente acogedor. Hace falta valor, astucia, imaginación y fuerza para sobrevivir en situaciones extremas en las que la Naturaleza impone su ley y unas bestias robóticas buscan carnaza humana. Tradicionalmente, la industria del entretenimiento ha reservado los papeles protagonistas para hombres pero ahora llega Horizon Zero Dawn, el lanzamiento más destacado de este trimestre en PlayStation 4 (el 1 de marzo es el día D), y las riendas del asunto las lleva una mujer.
Os presento a Aloy. Arquera infalible. Cazadora legendaria. Confiad en ella si os veis en apuros. Sabe mandar, sabe luchar, sabe proteger, sabe explorar. Su armamento es primitivo y con él debe enfrentarse a enemigos de sofisticada tecnología. A su favor tiene la inteligencia, que debe emplear en fijar estrategias con las que atacar a las máquinas y minimizar las diferencias. Lo bueno es que tras vencer a una de ellas se puede convertir el "botín" en conseguir armas y munición. Nada como una flechas explosivas para dejar las cosas claras. Aloy se mueve por unos escenarios inmensos con total libertad y debe aprovechar las ventajas que le permite el terreno para engañar o infiltrarse sin ser descubierta.
No estamos hablando de una mujer aplastada por los estereotipos y una sexualización simplista como suelen ocurrir en los videojuegos. Lo explicó hace unos días a la agencia Efe el productor de cinemáticas Jochen Willemsen durante su visita a Madrid: "Es inteligente, terca, fuerte, ingeniosa, tiene sentido del humor, lo cual es maravilloso teniendo en cuenta el medio hostil al que se enfrenta. Cuando arrancamos el proceso de desarrollo del juego teníamos meridianamente claro que queríamos a una mujer en ese papel". Es "una chica que busca respuestas en un mundo rico y bello en el que la naturaleza tiene el control. La mayoría de los juegos postapocalípticos son oscuros y grises, nosotros queríamos darle color y vida".
"¿Es Horizon un juego feminista?", se preguntaba el productor, pues una protagonista femenina en este tipo de juegos no es lo habitual y cuando hay personajes de acción suelen ocupar roles secundarios, como en Uncharted. "No lo sé", respondía, "de hecho me resulta complejo el simple hecho de pensar en qué consistiría un juego feminista. Aloy deja huella. No fue nuestra intención convertirnos en líderes de una nueva ola de videojuegos protagonizados por mujeres. Pero si lo conseguimos me lo tomaría como un gran halago. Si Aloy logra inspirar a chicas jóvenes o mujeres en todo el mundo, sería algo ansiado. ¿Quién diría que no a algo así?".
Es inevitable comparar a Aloy con Lara Croft sin el componente apocalíptico pero su productor prefiere ser prudente antes de lanzar las campanas al vuelo: Croft es un personaje icónico y Aloy tiene mucho camino que recorrer antes de alcanzar semejante situación de devoción popular. De conseguirlo estaríamos hablando de un éxito rotundo que abre caminos hasta ahora poco frecuentados y contribuye a la normalización de los personajes femeninos en el mundo de los videojuegos de acción.
