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Del gallo bankiva a la pita pinta

Los chinos dedican este año su Zodiaco al ave con más peso en la historia de la Humanidad, domesticada hace 7.400 años y con origen en las selvas de India y el sudeste asiático

Del gallo bankiva a la pita pinta

Los chinos asignan cada año, cíclicamente, a un animal entre los 12 que componen su Zodiaco. El de 2017 es el gallo, la única ave incluida en este sistema astrológico. Pocos animales, o tal vez ninguno, han influido tanto en la historia de la Humanidad, principalmente como proveedor de carne y huevos, dos alimentos esenciales para una gran parte de la población mundial, que nutrieron, literalmente, a los descubridores y colonizadores, y que son consumidos de forma masiva en todo el planeta (33 millones de toneladas de carne y 600.000 millones de huevos al año). Esta dependencia comenzó hace al menos 7.400 años con la domesticación del gallo bankiva en China, que coincide con las primeras evidencias de explotación del ave salvaje en el valle del Ganges, en India.

Desde aquellos primeros pollos de granja de la región china de Hebei hasta las docenas de razas creadas a lo largo del tiempo en Asia, Europa, América y Oceanía (las aves industriales son híbridos, cruces de dos o más razas puras), el gallo (o la gallina) se ha convertido en el ave más numerosa del planeta, con una población o, mejor, una producción anual de 40 billones de ejemplares, a la que aún hay que sumar las gallinas ponedoras y el stock de reproductores. En resumen, no hay rincón del mundo donde no haya o no lleguen los pollos. La expansión de la gallina (o gallo) doméstica fue rápida y se produjo en todas direcciones, según han revelado los estudios genéticos, basados en DNA antiguo, publicados en 2012 por el equipo de la arqueóloga y antropóloga Alice Ann Storey, del departamento de Arqueología y Paleoantropología de la Universidad de Nueva Inglaterra (Australia), que también indican que los diferentes caminos seguidos por la gallina desde el punto de origen asiático confluyen en América, donde fue introducida tanto por los polinesios como, más tarde, por los colonizadores europeos. A la inversa, las vías de dispersión de los pollos señalizan los movimientos migratorios de los grupos humanos prehistóricos, y sus rutas comerciales.

A Europa llegó hace 3.500 años, a través de la ruta de la seda, primero al centro y el norte, y luego, más lentamente, al sur. El tronco atlántico dio origen a todas las razas del norte de España, entre ellas la pita pinta asturiana. Esta gallina, la auténtica pita de caleya, a punto estuvo de perderse mediado el siglo XX por la industrialización de la avicultura. Sólo el empeño personal del veterinario Rafael Eguiño logró salvarla y recrear toda su variedad.

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