El avilesino Marcelino Vaquero González del Río, más conocido como "Campanal", es a sus 85 años un hombre abonado a las hazañas deportivas y un exponente de lo mucho que puede dar de sí el cuerpo humano haciendo entrenamiento y llevando una vida sana. Este exfutbolista que pasa por ser una leyenda viva del Sevilla C. F. -es uno de los cuatro que jugaron más de 400 partidos con esa camiseta- se volcó en el atletismo al dejar el balompié y desde entonces suma 102 oros en campeonatos de España de atletismo para veteranos y 260 títulos regionales absolutos, los dos últimos conseguidos hace ocho días.
En las últimas décadas, Campanal ha competido en pruebas de velocidad, vallas, salto de altura y longitud, triple salto y lanzamiento tanto de peso como de disco; hoy, con sólo una pierna a pleno rendimiento -tiene la rodilla derecha hecha trizas-, un solo riñón útil -el otro se lo reventó Gento de un rodillazo- y tras haber sufrido un infarto hace 19 años, el abuelo de los atletas asturianos mantiene una rutina espartana de entrenamientos que despierta el asombro general. Baste un apunte: suele ver la tele en el salón de su casa pedaleando en una bicicleta estática. "Es que sentado en el sofá me canso", explica.
Campanal siente un legítimo orgullo de las gestas deportivas que aún protagoniza, a una edad a la que a otras personas les cuesta trabajo hasta levantarse de la cama, pero no oculta cierto resquemor por la falta de valoración social: "Ya me he acostumbrado, pero no deja de ser triste que en tu propia ciudad apenas te reconozcan los frutos de una vida entregada al deporte". El último ejemplo de este desdén fueron sus dos últimas victorias en el Campeonato de Asturias de veteranos: pasados varios días, ni en el propio club donde compite tenían conocimiento de esos triunfos. "Parece que lo que logramos los mayores tiene menos importancia", murmura quejoso.
