José Luis Roldán Sosa . España
Canon 5D III + Tamron SP 15-30mm; 45s a f 2.8; ISO 3200. Sin filtros en cámara. Trípode. 2 Flashes en modo manual Canon 580 II y Canon 430 II, con filtros de gelatina CTO Full y snoot. Linterna LED CREE Ultrafire con filtro de gelatina CTO Full y capucha específica casera. Barrera IR Fotocap USB. Adaptador de ángulo ultrabajo para trípode. Dispensador de bellotas. Disparador Radio Yongnuo YN622C. Intervalómetro Phottix TC-501.
Imagen contrapicada de una bellota en el momento de caer de la encina (Quercus ilex) bajo la luz de las estrellas. Es una acción simulada, cuidadosamente preparada por el fotógrafo, que define la toma como "la más difícil, técnicamente, que haya intentado". Todo comenzó, según su propio relato, "cuando, una noche de noviembre, estaba realizando una imagen nocturna en un encinar y comencé a oír un ruido repetitivo cuando el viento soplaba. Eran bellotas que caían en la época de la montanera (desde noviembre a principios de enero), con la luz de las estrellas como único testigo. Necesitaba captar ese viaje privado, hermoso y único en la vida de las encinas". Para cumplir ese sueño, "monté un pequeño estudio al aire libre", detalla. "La foto está realizada en una sola toma, mezclando luz natural con luz artificial, tanto flash como luz continua. La luz continua artificial viene de una linterna led de alta potencia, con la que conseguí la estela de la bellota al caer. Para poder distinguir qué era lo que caía, tenía que congelar la imagen de la bellota tras rebotar, y lo logré con dos flashes con snoot y filtros cálidos de gelatina disparados desde una barrera infrarroja unida a un disparador por radio y sincronizada con la velocidad de salida tras el rebote de la bellota. El problema era que rebotaba sobre la raíz de la encina, de superficie irregular, y los rebotes raramente se parecían unos a otros. Además, la bellota debía estar congelada en el sitio adecuado". El resultado ha merecido el premio absoluto.
