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Los nuevos tajos de la mina: gastronomía, rodajes y cultura

Hunosa devuelve la vida a su patrimonio industrial con la oferta de sus instalaciones, especialmente del pozo Sotón, para la organización de eventos

Una actividad de la Feria de Turismo Minero e Industrial

Plató de cine, escenario para show-cooking, recinto de feria. Hunosa busca nuevos (y curiosos) usos para su patrimonio industrial. Que la vida vuelva a las minas, ya sin el "turullu" para entrar en los tajos. El pozo Sotón (San Martín del Rey Aurelio) es, de lejos, el máximo exponente de la actividad cultural en las antiguas explotaciones. Desde 2015, es la única mina de carbón visitable por los turistas hasta los 600 metros de profundidad. En la superficie, ha sido el escenario para la grabación de dos películas y eventos culturales, deportivos y gastronómicos. También escucharon la claqueta en los pozos Candín (Langreo), Montsacro (Morcín) y San Luis de La Nueva (Langreo). Actividades que tratan de buscar ingresos para el mantenimiento de un inmenso patrimonio industrial: hay 1.700 elementos o conjuntos inventariados, de los que un millar cuentan con protección. Los eventos, rodajes y ferias han generado ya quinientos empleos temporales.

Hierro oxidado, oscuridad, polvo y galerías subterráneas. Era lo que buscaba el cineasta Miguel Ángel Jiménez para grabar en 2015 la película "La mina" ("The night watchman" en los cines anglosajones). Y lo encontró en el patrimonio industrial de Hunosa. Fue la primera película filmada en las instalaciones de la hullera estatal y el rodaje generó mucha expectación entre los vecinos. A los hosteleros de las Cuencas no les vino nada mal: las casas rurales y los hoteles de Mieres y Morcín colgaron el cartel de "completo" durante dos semanas para albergar a los miembros del equipo.

¡Silencio, se rueda! Empezaron el rodaje en el pozo Sotón, donde se grabaron la mayoría de las escenas en el interior de la mina. La película narra la historia del exconvicto Jack Mainfield (Matt Horan), dispuesto a reconquistar a Alma (Kimberley Tell) tras seis años separados. Hay un tercero en discordia, el malo de la película, Kombo, interpretado por Eneko Sagardoy. Fue a su pesar, porque confesó que padece claustrofobia, el que más pisó las galerías. Respiró tranquilo en las escenas de exterior que se rodaron en el pozo Montsacro, convertido en un barrio de Kentucky durante unos días.

El rodaje salió bien y, desde entonces, el patrimonio industrial se ha convertido en una suerte de Hollywood para las Cuencas. "El escenario, para muchos directores que nos presentan sus ideas, ya está hecho", explicaron fuentes de Hunosa. Es el caso de "Enterrados", la primera película del cineasta, guionista y escritor Luis Trapiello. Es la historia de cuatro mineros y un técnico de sondeos que quedan atrapados en el interior de la mina. Un viaje por las galerías y otro más introspectivo, por los recuerdos de los "enterrados". Rodaron en el pozo San Luis a mediados de mayo. Joaquín Furriel, conocido por películas como "El faro de las orcas" y "Cien años de perdón"; la catalana Candela Peña y los asturianos Paula Prendes, José Lobato y Manuel Pizarro forman parte del elenco.

Un ambiente lúgubre e instalaciones industriales sin uso buscaban los responsables de la serie "La zona", la producción de Movistar que se está filmando ahora en el Principado. Hace unas semanas, rodaron en Sotón varias escenas de la trama: la investigación de un suceso que se produce en una zona de exclusión tres años después de una catástrofe nuclear. Eduard Fernández, ganador de dos "Goya", es el protagonista. También forman parte del reparto Emma Suárez y Álvaro Cervantes. En las escenas filmadas en el pozo Sotón participaron más de doscientos figurantes.

Si de montar escenarios se trata, la gastronomía nada tiene que envidiar al cine. Mesas de madera, arcos de metal y focos llenaron el entorno del pozo Sotón para acoger dos show-cooking del ciclo de San Miguel Selecta, con Pedro Martino y Mariano Mier. Según los responsables de Hunosa, "son instalaciones amplias, listas para un gran aforo, y reúnen unas óptimas condiciones de seguridad". Las mesas del encuentro de San Miguel se llenaron, y algunos brindaron con el traje de minero. La experiencia se repitió con el show-cooking de Ramón Celorio, organizado por el Grupo Nature.

La vista está puesta en países como Alemania y Reino Unido, que han aprovechado "el tirón" del patrimonio industrial para llenarlo de gastronomía, deporte y cultura. La próxima oportunidad de ver el pozo Sotón lleno, ya no de mineros, será en la II Feria de Turismo Minero e Industrial (Fetumi), entre los días 16 y 18. Este año, el encuentro tendrá otros dos escenarios: el Museo de la Industria y la Minería (Mumi) y el pozo San Luis. El programa incluye actividades culturales. Agenda apretada que le ha valido ya al Sotón la máxima calificación de la Ruta Europea del Patrimonio Industrial (ERIH): Anchor Point. Además de su protección como bien de interés cultural (BIC).

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