El coche autónomo tiene que saber cuándo ha de pasar los trastos al hombre y el conductor humano ha de estar sobre aviso para hacer frente a la posible emergencia que se le avecina. ¿Pero cómo se produce esa "transición segura"? Pues a través de los sistemas de asistencia al conductor. Que son de dos tipos. Los que se dirigen hacia afuera y detectan la presencia de determinados carriles, de bicicletas u otros obstáculos con los que el vehículo autónomo puede acabar colisionando, y los de dentro, aquellos que se centran en la actividad de los ocupantes. Eso es lo que, en términos estrictamente tecnológicos, aportará Treelogic al proyecto BRAVE sobre vehículo autónomo. Una de las especialidades de esta compañía radicada en el Parque Tecnológico de Llanera son las técnicas de visión artificial. En este caso las cámaras colocadas dentro del coche irían controlando la actividad de los ocupantes para evaluar cómo y cuándo avisarlos y cederles el control en caso de riesgo.
