Si ocurre en el resto del mundo cómo no va a pasar lo mismo en España: la industria del videojuego tiene el mando del ocio y por sus circuitos fluyen cifras crecientes en lo que a volumen de negocio de refiere. Los datos no dejan lugar a dudas: el sector productor de videojuegos españoles facturó 617 millones de euros en 2016. Esto supone un 21% más que en 2015. Y aumentó su plantilla un 22% hasta llegar a los 5.440 profesionales. Son números hechos públicos por la Asociación española de empresas productoras y desarrolladoras de videojuegos y software de entretenimiento DEV. Su conclusión es evidente: la industria española del videojuego atraviesa "una fase de consolidación", como lo demuestra su composición, con 450 empresas y estudios ya formados legalmente, más 130 estudios a la espera de constituirse como entidad legal.
Ahora bien, el informe destaca la previsión de que la tendencia al redimensionamiento del sector prosiga en los años siguientes puesto que hay alrededor de 90 empresas en situación de inactividad. El número de estudios en activo ha bajado un 6% en relación con al año anterior, aunque la facturación y el empleo han subido más un 20 por ciento.
