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LUIS ARIAS | ROMERO | Cónsul general de España en París

De la debacle de Venezuela al resurgir de "la grandeur" con Macron

De la debacle de Venezuela al resurgir de "la grandeur" con Macron

Cuando parecía que la salida del Reino Unido de la UE marcaría la agenda exterior por un largo tiempo, un seductor político de 39 años, elegido casi por aclamación, se ha empeñado en devolver a Francia "la grandeur" de antaño y al otro lado del charco, las cosas en Venezuela, una de las grandes reservas petrolíferas mundiales, no pueden ir a peor. Entre tanto, acuerdos comerciales cruciales como el que tratan de cerrar Bruselas y el Mercosur avanzan con demasiada timidez.

Siguiendo la estela de Venezuela, para el embajador jubilado Yago Pico de Coaña, hijo adoptivo del concejo que le da apellido, está claro que, sin ser santo de su devoción, el difunto presidente Hugo Chávez era una cosa y el actual mandatario, Nicolás Maduro, es otra. "Chávez ganó las elecciones correctamente dos veces; Maduro venció de milagro. Chávez fue hijo de la propia corrupción de los partidos políticos de Venezuela. Una vergüenza que fue aprovechada por el militar, que era un bocazas, de tonto no tenía un pelo y en muchas cosas tenía toda la razón".

Pico de Coaña, que a lo largo de su carrera fue embajador en Colombia y Guatemala, además de director general de Política Iberoamericana, destaca como punto clave en la deriva venezolana que a Maduro le quedan pocos caminos, aparte de enrocarse en el poder. "Se ha convertido en un auténtico violador de los derechos humanos. Lo de la Asamblea Constituyente es un ejemplo claro de fascismo. Es responsable de muchas muertes y creador de un cuerpo paramilitar. Tratará de resistir hasta el final".

Jorge Hevia, que como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), vivió de primera mano la gestación de la gran crisis venezolana y las disensiones generadas en el seno de la agrupación, califica a Maduro de "tragedia y desgracia para la democracia. Tal vez muchos de los que le trajeron se arrepienten. Es una pena lo que está sufriendo el pueblo. Tal vez la gran presión de la sociedad y la comunidad internacional logre algo y esperemos que no se derrame más sangre".

Hevia alaba la actuación del secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, cuyas declaraciones suelen disgustar a los defensores del movimiento bolivariano, "Almagro consiguió poner el foco de atención internacional sobre Venezuela, lo que ha contribuido a aumentar la presión sobre el régimen".

Eva Martínez, directora general del Magreb, asturiana "consorte" (está casada con José Laviña), destaca la importancia que tuvo la drástica caída del precio del petróleo en 2014. "El crudo bajó un 40% y eso cambió la vida de muchos países, entre ellos Venezuela. Si Maduro pudiera seguir comprando la paz social las cosas serían distintas".

Aurora Díaz-Rato, embajadora en la Confederación Suiza, nacida en Madrid, de padre ovetense y con raíces en Noreña, opina que la OEA ha dejado de ser un factor válido para resolver la crisis. "La izquierda americana ha tenido mucha culpa en la deriva que ha tomado Venezuela; Chávez era un estupendo banquero y endeudó a la mayoría de los países de la zona y eso ha sido crucial. Actuó como un capitalista autoritario".

Javier Sangro de Liniers, embajador en Uruguay, que precisamente fue el destino anterior de Díaz-Rato , ligado a Ribadesella desde su infancia, no oculta su preocupación por la situación de Venezuela y su repercusión en la región iberoamericana. Aunque, para ser sinceros, a Sangro de Liniers, que ha sido embajador en Jordania, Guinea Ecuatorial y Gabón, le quita más el sueño el futuro del acuerdo de Mercosur con la Unión Europea, que podría firmarse a finales de año. "En Uruguay confían en que las cosas vayan bien y al final todo se resuelva". Para ello será fundamental la postura de Francia, uno de los gigantes agrarios de la UE y un estado que mima a su sector primario por encima de todas las cosas. "Veremos a ver cual es la postura de Macron. En Francia las cuestiones agrarias son de altísimo calado".

"Su juventud es su gran handicap, pero a la vez, esa fuerza que surge de la vulnerabilidad también es muy importante en política", añade Sangro, quien no oculta su alegría por servir por primera vez en el continente americano, y concretamente en Uruguay, el país del mundo que proporcionalmente cuenta con mayor número de españoles, y con una activa colonia asturiana.

José Laviña estuvo hace años destinado en Caracas y asegura que la situación del país ha ido empeorando de forma progresiva. "Un político que fractura en dos una sociedad no tiene ningún futuro. Maduro ha hecho eso". Laviña también reconoce el papel protagonista de Cuba en el desarrollo del chavismo. "La gran diferencia con es que la Isla no tiene una oposición fuerte y Venezuela sí".

A este lado del charco, Luis Arias Romero, observa los acontecimientos desde su privilegiada atalaya del consulado general de España en París. "Es muy pronto para predecir lo que pasará con Macron. Mientras los franceses vean que su presidente trata de tú a tú a Donald Trump, y le da esos grandes apretones de manos, todo irá bien". Arias destaca que a España le viene muy bien una Francia poderosa. "Sobre todo ahora que el Reino Unido desaparece de escena y nuestro país pasa a estar entre las cuatro grandes economías de la UE".

Luis Arias, que entre su experiencia diplomática cuenta la de haber estado acreditado como embajador ante las dos repúblicas coreanas, es optimista ante la evolución de los acontecimientos en Europa. "Al final, todo se irá poniendo en su lugar y la salida de Inglaterra del club no será tan traumática". Tampoco alberga dudas acerca del protagonismo que seguirá teniendo la nación gala en el contexto mundial. "Francia lleva la voz cantante en Europa desde que murió Carlos V, incluso desde mucho antes. Es el país más importante del continente".

Aurora Díaz-Rato, que también ha estado destinada en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea, en Bruselas, insiste en que la crisis ha dado lugar a sociedades muy fragmentadas y se muestra algo escéptica a la hora de valorar el liderazgo de Macron. "En Francia necesitaban un líder y han tenido que inventárselo. El presidente deberá hacer muchos ajustes y ahí se pondrá a prueba su fortaleza entre el electorado". La embajadora resalta, asimismo, la exquisita formación de Macron, un producto de la Escuela Nacional de Administración (ENA), semillero de la élite política e intelectual francesa. "Veremos a ver si todo eso es suficiente para salir victorioso en todos los frentes que tiene abiertos". Díaz-Rato, que también estuvo en Costa Rica e Irlanda y fue subdirectora general de Europa Occidental, subdirectora general de Asuntos Generales de la Unión Europea, directora general de Cooperación con Iberoamérica, entre otros cargos, también rompe el mito de la exquisita neutralidad que siempre se atribuye a Suiza. "Ellos toman partido por las cosas. Ideológicamente hay una división clara entre los que quieren preservar sus costumbres y alejarse de otras influencias y los que quieren abrirse a otros países; los primeros suelen estar liderados por multimillonarios y antieuropeistas".

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