David Morei. Se le puede reconocer como productor, diseñador, en "Los Oricios", en "Morrison Hotel", en labores técnicas de grabación, cantando tangos con su banda de tangos, "Amores Perros", o en "La Marquesina del Alba", en Rioseco, Sobrescobio, junto a su mujer, Laura.
Lo del tango lo recogió su oído en directo antes que en disco, ya que lo cantaba con soltura y buen gusto su madre, Carmen. Por todo ello, Morei es un hombre de oído ramificado, con gustos que van y vienen del rock más explosivo, léase "Led Zeppelin" o "Motörhead", al punk "Ramoniano". Y, claro, "The Doors", que es otro de sus referentes.
De ello ya deja constancia en la primera referencia de su listado, precisamente con los "Ramones". "El grupo que más escuché en mi vida junto con 'The Doors'", dice. También siente debilidad por la música de Jorge "Ilegal", al que está muy ligado en los últimos años: "Las letras, esas letras carnales y afiladas cuando estábamos acostumbrados a mamarrachos a los que dejaba su novia", dice para definir "Agotados de esperar el fin".
De hecho, para cada disco que cita tiene un razonamiento como escuchante y otro como analista (técnico y musical). Así pues, ve en "Led Zeppelin" su despertar ante uno de los primeros endurecimientos serios del rock. La misma sensación más actualizada registró con "Aces of spade", de "Motörhead".
Aunque haciendo honores a ese oído suyo tan flexible hace parada en una curiosa canción de un curioso disco de una curiosa banda nuevaolera que, efectivamente, sorprendió a más de una generación: "Fischer Z" con "So long", que es una pieza que finalmente quedó incrustada en el mundo publicitario, circunstancia que alargó su vida en foros y altavoces radiofónicos.
Es la banda sonora que David Morei desvela a los lectores de LA NUEVA ESPAÑA. Cierto es que su gran carga sonora viaja por el rock, pero no hay que aparcar en el universo Morei su pasión "tanguera", en la que se reinventa con estética "milonguera" (de milonga sentimental, no de "embolao"). En todo caso, es una lista de reproducción con mucho combustible y energía repartidos en discos cuya historia sigue creciendo a medida que envejecen, como los vinos y los vinilos.
