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José Velasco | Presidente de Zebra Producciones. Productor de la serie “El Cid”, estrenada en Amazon Prime Video

“Asturias es el lugar perfecto para producir contenido audiovisual”

El productor ovetense José Velasco.

El ovetense José Velasco es parte de la historia de la televisión en España. Fundador de productoras como Globomedia o Zepelin, ha estado siempre detrás de las cámaras. Como presidente de Zebra Producciones es responsable de gran parte de la parrilla de la televisión autonómica (TPA) y desde el año 2000 ha desarrollado una intensa actividad con la producción de 18 largometrajes, con los que ha logrado 11 nominaciones a los “Goya” y 5 de estos premios.

Con su última gran apuesta, la superproducción “El Cid”, ha entrado en el mercado de las plataformas digitales de la mano de Amazon Prime Video. Se acaba de estrenar y ya piensan en nuevas temporadas.

–¿Era necesario hacer “El Cid?

–Eso me dijo mi madre, “¿hijo, a ti cómo se te ocurre meterte en ese lío?”

–¿Y cómo se le ocurrió?

–Me gustan las aventuras, como al Cid. Es un personaje fascinante. En España tenemos pocos héroes en nuestra historia que estén catalogados como tal. Su vida no es exactamente como la conocemos, sabíamos solo lo que ocurría en la superficie. Este sí que es gran personaje.

Imagen promocional de la serie “El cid”.

–Y decidieron hacer una producción enorme, con 10.000 extras y un presupuesto millonario.

–Queríamos contar una aventura grande y ahora hay más dinero para producciones que hace dos años.

–Se barajó la posibilidad de rodarlo en Asturias.

–Sí. Se intentó, y estuvimos muy cerca de hacerlo. Habíamos convencido a Amazon pero la cosa se complicó por instancias administrativas y nos quedamos en Madrid. Lo intentamos con todas nuestras fuerzas. Por un lado, por razones sentimentales, porque yo soy de allí, y por otro porque Asturias es un lugar maravilloso para rodar.

–Pero, pese a eso que usted dice, se rueda poco.

–Es una especie de malditismo nuestro. En Asturias hay mucha gente con inquietud y con profesionalidad para hacer este tipo de producciones. Es una época compleja, pero yo voy a seguir intentando hacer en Asturias este tipo de cosas porque me pilla cerca de casa.

“Intentamos rodar la serie de El Cid en Asturias, habíamos convencido a Amazon, pero la cosa se complicó por instancias administrativas y nos quedamos en Madrid”

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–¿Cómo se logra que un gigante como Amazon financie una idea como esta?

–Al final no deja de ser una cadena de decisiones. Empiezas pensando por qué no hacer una cosa y decides hacerla, luego hay que buscar financiación. Llamas a una puerta o a cien para contar tu idea, tienes que contarla bien y con criterios no solo creativos, sino también comerciales. Decidimos que si teníamos la serie más grande teníamos que contársela a la empresa más grande. Dio la casualidad que en los primeros pasos de Amazon Prime Video en Europa había un señor de Burgos que se enamoró de la historia. De ahí nos fuimos a California a contársela al jefe mundial.

–Y les dijeron que sí.

–Sí. Y hubo que remar contra viento y marea. Era su producción más grande en Europa y teníamos todo su apoyo económico y moral, pero en lo logístico aún no había estructura. Fue una heroicidad que saliera adelante.

–La ficción española ha encontrado su sitio en las plataformas digitales.

–Pasó de ser ignorada en los mercados internacionales a estar en el top diez en los últimos años. Cuando el que decide es un señor en su casa con un mando a distancia se ve que el nivel de apetito de ficción española es muy alto.

Imagen promocional de la serie “El cid”.

–¿Esperan entrar en ese top 10 de las series más vistas?

–Amazon decidió que esta producción sobre El Cid fuese una de las grandes series internacionales. No estamos en el Olimpo porque lo acabamos de hacer, esperaremos más temporadas. Lo más difícil es arrancar, luego ya se verá. Con tanta oferta de series no es fácil.

–Dice que decide un señor en su casa con un mando a distancia. ¿No decide el big data, no deciden los algoritmos que proponen al consumidor determinados contenidos según los gustos que registra la máquina?

–El big data no es más que la utilización de unos parámetros de los que sale una sensación, pero al big data hay que ponerle alma. Recuerdo que hace años en la oficina de Madrid teníamos una señora de la limpieza que se llamaba Antoñita. Cuando grabábamos un piloto de algo le pedíamos que entrase en la sala de edición para que lo viese y nos diese su opinión. Ese era nuestro big data. El big data no es más que el boca a boca, las conversaciones de chigre, es importante pero la parte humana es fundamental.

“En España no necesitamos dragones como ‘Juego de Tronos’ para contar una historia porque nuestra historia es real”

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–Hay quien dice que con “El Cid” han querido hacer una copia española de “Juego de Tronos

–En España no necesitamos dragones para contar una historia, más que nada porque la nuestra es real. “El Cantar de Mio Cid” es la primera ficción de la historia y está en el imaginario colectivo y lo que queríamos era captar la esencia de un héroe que también tiene su lado humano.

–¿Está seguro de que esa historia es real?

–Si no sabemos lo que ocurrió en las elecciones americanas…. Nos hemos inventado cosas, claro. Si no, no puedes contar la historia de un señor que bajó a los infiernos y subió, de un hombre que vivió las envidias de la Corte, de tres culturas en una España en la que moros y cristianos no eran enemigos necesariamente, sino que podían ser aliados, y en la que los hermanos cristianos se mataban entre ellos.

–¿También se inventaron la primera espada del Cid que sale en la serie y por la que se les ha criticado? ¿Qué pasó con esa espada?

–Que le pregunten al maestro armero. Me divierte esta historia. La espada que en la serie le da su padre a Rodrigo Díaz de Vivar encaja perfectamente con la historia previa a que se convirtiese en El Cid. La Tizona la compró después por 1.000 monedas de plata. Las espadas se heredaban, por lo que la que le entrega su padre encaja perfectamente con las formas de la etapa de Carlomagno, doscientos años antes. Hay otra parte, más mundana. Cuando nos enseñaron distintos tipos de espadas alguien dijo que esa se parecía a la de Indiana Jones y nos gustó mucho la idea de hacer un guiño al maestro Spielberg. Qué mejor forma de homenajear a Indiana Jones que con nuestro Cid. Me encanta que la gente tenga esa afición por las armas medievales.

Imagen promocional de la serie “El cid”.

–Usted no es hombre de hacer las cosas de una en una.

–Sí. Estamos en un montón de proyectos a la vez, dos o tres son muy grandes. Esperamos tener éxito con esta serie y poder vender en otros mercados. En Inglaterra hemos fundado una compañía con la que estamos haciendo ficción en inglés para la televisión. Y en Asturias tenemos la TPA.

–¿Cómo ve la situación en Asturias?

–Yo siempre intento barrer para casa, los asturianos tenemos ese punto de responsabilidad de hacer crecer ciertos sectores. Me encantaría poder hacer más cosas allí. En Olloniego tenemos unas de las mejores instalaciones del norte de España, y son públicas, cualquiera puede utilizarlas. Es una pena que no se ruede más en Asturias. En otras regiones se utilizan mecanismos para atraer rodaje y en Asturias no se hace, aunque sabemos que pueden atraer riqueza, ya lo vimos con la serie “Doctor Mateo”, por ejemplo. Animo a las autoridades asturianas a que busquen los mecanismos para atraer producciones. Nosotros estábamos dispuestos a hacerlo, pese a que nos costaba más que en otros lugares, y no pudo ser. Debe haber mecanismos fiscales y ayudas a rodajes. Nosotros tenemos a casi un centenar de personas trabajando en Asturias. Todo el montaje de posproducción de la serie del Cid la hizo nuestra filial asturiana, Proima. En Asturias hay gente muy potente en lo artístico, lo técnico y en la producción. Creo que la única limitación que hay es la voluntad política.

"La ficción española ha pasado de ser ignorada en los mercados internacionales a estar en el top diez en los últimos años”

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–¿Cómo ve la situación actual de la TPA?

–Cuando alguien ve la televisión casi cuatro horas al día, que es la media en Asturias durante esta pandemia, no podemos dejar de pensar que es un servicio público. Hay mucha gente que por edad o por soledad necesitan la compañía catódica. La televisión también sirve para generar conciencia de grupo y de sociedad. No nos puede importar más lo que le pasa a un señor en Granada que lo que le ocurre a un vecino de Mieres. En la TPA hacemos programas que se acercan a la gente. Es tan digno hacer un programa como “Pueblos”, con un presupuesto muy pequeño, como hacer otro con cientos de miles de euros. Hay pueblos a los que, si no va la TPA, no va nadie. Las televisiones públicas se hacen con dinero público y a mí me parece que hacer esos programas es gastarse bien ese dinero. Es una inversión. Nosotros no hubiésemos hecho una superproducción como “El Cid” si no llevásemos 15 años haciendo tele en Asturias. La TPA genera dinámicas empresariales y carreras de mucha gente. Hollywood podría estar en una colina de Asturias porque Asturias necesita este sector para crecer y hay personas que podemos ayudar.

–Habla de plataformas digitales y de televisión pública, ¿no son competencia?

–La TPA ha subido de audiencia en los últimos años porque es televisión de cercanía. Lo arriesgado y complejo es hacer televisión nacional. La televisión de cercanía no ha bajado, todo lo contrario. Pero lo que hace la TPA con el presupuesto que tiene es un auténtico milagro, y los milagros duran poco.

–¿Es posible enganchar al público joven a una televisión autonómica?

–Cada medio tiene su espectador. La televisión tiene cosas interesantes para los jóvenes. Aun así, prefiero alegrar la vida a alguien que no tiene otra manera de ver la televisión que a un chaval que tiene cinco pantallas. Nuestros mayores son muy importantes.

–Dice que está dispuesto a ayudar a que el sector crezca en Asturias.

–Es que es el lugar perfecto. Puedes hacer una videoconferencia muy importante con Londres y ver el atardecer en la playa del Silencio. Lo he hecho durante esta pandemia. En Asturias podemos producir por la mitad del dinero que en Londres y estamos a una hora de distancia. Después de una trayectoria de tantos años me gustaría dejar en Asturias algo que perdure. Cuando vi la fábrica de armas de La Vega, en Oviedo, me quedé impactado. Allí podría haber unos platós impresionantes. De hecho, se lo comenté al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli.

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