La donación que el empresario astur-mexicano Plácido Arango hizo al Museo de Bellas de Asturias está compuesta por 33 joyas de la historia del arte español. Además, en una suerte de juego de matrioskas artísticas, muchas de esas obras incluyen otras joyas pintadas. Perlas, diamantes, coronas, anillos o vestidos que son también parte de la historia y que, a su vez, cada uno de ellos, tiene hasta leyenda propia.
La Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes de Asturias organizó esta semana una visita guiada a la exposición de la donación de Arango para verla desde otro prisma, para fijarse más aún en los detalles. Se trataba de analizar la joyería y la vestimenta que aparecen en algunas obras como vehículo de la imagen del poder. Sofía Reglero, miembro de la asociación y experta en joyería y moda de lujo, explicó a un reducido grupo de visitantes los detalles más destacados de tres de los cuadros, “San Pedro entronizado entre dos cardenales” y los retratos de Margarita de Austria y la princesa Isabel de Borbón. La experta sumó uno más, “El nacimiento de la Virgen”, la pieza más antigua de la colección, en otro recorrido con LA NUEVA ESPAÑA.
Una joya destaca sobre todas las demás, es la famosísima perla conocida como “La Peregrina”, que aparece en los retratos de Margarita de Austria e Isabel de Borbón. En los dos cuadros aparece junto a otra de las piezas que pertenecieron al conocido “joyero real”, es “El Estanque”, un diamante de 100 quilates que está desaparecido. Hay intrigas, actores, divas, robos y subastas.
Las joyas son símbolo de poder y los poderosos posaban con ellas ante los retratistas de la Corte. Pero no solo son piedras o metales. Cada paño, cada capa de un vestido o cada corte de una manga, denota el poder y la superioridad. Las reinas retratadas eran una suerte de “incluencers” de los Siglos de Oro. Marcaban tendencia y quien podía lo copiaba. No siempre era posible. El comercio de tejidos, los colorantes, los hilos y los metales eran tan difíciles de conseguir que solo la nobleza podía acceder. Y eso reflejan las obras, el poder.
Las joyas, al detalle
Sofía Reglero, la gran experta en lujo
Sofía Reglero, la experta que ha servido de guía en este reportaje, es avilesina de nacimiento y en la actualidad reside en Oviedo. Estudió Económicas y se trasladó a París para realizar un máster MBA en productos de lujo. Se especializó en joyería y moda y durante años vendió piezas que podían alcanzar el precio de varios millones de euros. “No soy experta en arte, pero he trabajado con joyas muy importantes y todas tienen su historia”, explica.
De ahí su profundo conocimiento de los adornos que aparecen en los cuadros. Son joyas reales. Lo mismo le ocurre con los tejidos. Reglero es una apasionada de la moda, lo que le ha llevado a investigar y estudiar sobre la historia de las telas y los pigmentos. Su formación como economista le da también la necesaria visión geopolítica para situar las piezas en el contexto histórico y seguir su trayectoria a través de los siglos. Las joyas eran poder y el poder es dinero.
Con la pandemia, Reglero ha regresado a su Asturias natal, donde espera poder seguir desarrollando su trabajo. “A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos cerca”, dice para destacar la calidad de vida que tiene ahora en Oviedo frente a las grandes ciudades como París.
La aspiración es poder llegar a unir su actividad profesional con su amor por la tierra en la que nació.