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La pandereta sube el volumen a tope: así es el extraordinario momento que vive la música tradicional en Asturias

La renovación de la música folk en la región constata que no tenemos nada que envidiar a la revolución de la tradición que encarnan “Tanxugueiras”

No ganaron, pero triunfaron. Y, de paso, subieron el volumen a tope de la música tradicional: el grupo gallego Tanxugueiras llegó a la final del Benidorm Fest, encandiló a la audiencia y logró el 71 por ciento del voto popular. La ganadora, Chanel, solo el 4%. Fue el jurado profesional el que tiró por tierra la decisión del público. Y había que ver al niño asturiano Mateo tocando la pandereta como el trío gallego: exitazo viral. Un certamen que siempre quiere ser el no va más de la modernidad mal entendida daba una ocasión de oro a la música tradicional para ponerse de moda. Y Asturias en ese terreno es muy fértil desde siempre. Ahora incorpora vías muy vivas (Rodrigo Cuevas, sin ir más lejos) y la savia joven se mezcla con la sabia experiencia de los clásicos. LA NUEVA ESPAÑA convoca a una amplia representación de talentos para hablar del fenómeno.

Marta Elola, directora musical del grupo “Muyeres” desde 2012 (“no sé cómo me aguantan”) lo tiene claro: “Lo ocurrido en el Benidorm Fest es, sin duda, un triunfo para las pandereteras. Este fenómeno no ocurre de repente, porque sí, es el resultado de años de puesta en valor del patrimonio inmaterial, de la investigación, la recuperación y difusión del folclore y la música tradicional. A base de estar ahí, de permanecer, de hacer que esta música se escuche, nos estamos liberando de ciertas etiquetas peyorativas que siempre nos acompañaron como intérpretes de música tradicional, músicos de segundo orden. La gente ya no lo siente como algo inferior, sino que lo pondera y no siente vergüenza al sentirse identificada con ella”.

Las “Tanxugueiras”.

La voz de Marisa Valle Roso tiene mucho que decir en este caso: “Un concurso de tanta audiencia es un gran escaparate y ver a tres mujeres con pandereta en mano, tan seguras de sí mismas y orgullosas de sus orígenes me pareció emocionante. Ojalá sirva para que se empiece a valorar y consumir mucho más la música del norte de España”.

La cantante tinetense Silvia Quesada tiene muchas esperanzas: “Lo anecdótico es casual, y no creo que esto lo sea. Desde hace unos años se viene fraguando en el panorama musical un auge de las músicas de raíz y la pandereta está empezando a estar a la cabeza. Sin duda, creo que es el comienzo de una nueva etapa en la que este género va a mandar, y no se va a quedar solo en Galicia o Asturias, tendrá vida también fuera, de alguna manera, solo hay que ver el interés que algunos grupos indies, por ejemplo, , muestran por ella. Parece que empiezan a poner en práctica eso de renovarse o morir”.

Marisa Valle Roso.

Y Leticia Baselgas, del dúo posfolk “L-R” (R de Rubén Bada) lo comparte: “Es claramente una confirmación. Este boom de las músicas tradicionales que vivimos actualmente tiene mucho en común con otros anteriores. Por ejemplo: en la década de los ochenta surgió una tendencia similar que bebía de las influencias del Arco Atlántico propias de la época. Este hecho llevó a la música asturiana fuera de sus fronteras y la posicionó en lugares como EE UU o Australia. Con lo cual, los caminos fuera de las regiones de origen ya estaban abiertos y muy consolidados. En mi caso Rubén Bada y yo llevamos desde 2016 tocando música tradicional asturiana con pandereta fuera de nuestras fronteras en diferentes lugares de Europa. Sin lugar a dudas, siempre hemos sentido la buena acogida que tiene nuestra música. Con todo ello, desde mi punto de vista, solo hace falta que los medios y las instituciones públicas asturianas den a la pandereta y a nuestra música popular, en general, mucho más valor y presencia; cosa que se merece por derecho propio. Esto es algo esencial que haría que, claramente, la gente asturiana comenzara a conocer y reconocerse en la música tradicional”.

No, no es una anécdota lo que pasa con el grupo gallego. Que se lo digan a Anabel Santiago: “La música tradicional en los distintos territorios nacionales va ganando cada vez más protagonismo dentro del abanico musical español. Aparte de que ellas tienen un calidad musical aplastante, todo lo que conlleva el mundo tradicional y la fusión por parte de tantos artistas está sentando cátedra dentro del espectro musical. Abrirá nuevos caminos fuera de las regiones de origen, partiendo de la base de que en los medios se está escuchando otras formas de hacer música. Y que se puedan fusionar culturas musicales”.

Silvia.

La identidad del pueblo. A los 21 meses le pusieron a Eva Tejedor el traje de aldeana y una pandereta en la mano para contar la ofrenda del ramo, “en el pueblo de mi madre”. Amor a primera vista. “Forma parte de mí y no concibo mi vida sin ella”. Desde esa pasión matiza que el auge actual de las pandereteras “no surge ahora, lleva muchos años ese instrumento allá arriba, en un alto nivel. Abrirá más campos. La música asturiana es mucho más conocida y valorada fuera de Asturias de lo que creen los asturianos”. Y espera que la música de raíz tenga futuro, pero “se necesita mucho más apoyo económico de las instituciones”. Hace tiempo que la pandereta dejó de ser “ese instrumento tan poderoso que estaba en el olvido. Y tan femenino, con el que las mujeres expresaban todo aquello que no podían expresar sin la pandereta en la mano. ¿Qué aporta? La identidad del pueblo. Nuestras raíces. Lo que fuimos, lo que somos. No hay que perderlo nunca”.

Sale a escena Rodrigo Cuevas. Un agitador folclórico que siempre recuerda que la verdadera revelación se produjo “cuando fui a vivir a una pequeña aldea del interior de Galicia, donde entré en contacto con la música tradicional más pura gracias a mis vecinas pandereteiras”. Lo de Eurovisión ayuda a “abrir caminos, fruto de lo que está pasando desde internet. Hay acceso sin necesidad de estar en grandes compañías para llegar al publico. Toda la revolución que traen ‘Tanxugueiras’, Rigoberta Bandini, C Tangana o Rosalía aporta una diversificación maravillosa”.

El grupo “Muyeres”.

Ramsés Ilesies es, además de músico de largo recorrido, reconocido maestro en el arte de tocar la pandereta. Sus talleres dentro y fuera de Asturias lo demuestran. “La pandereta”, explica, “lleva munchos años viviendo un rexurdimientu y una puesta en valor en xeneral. ‘Tanxugueiras’ ye, precisamente, resultáu o frutu d’esi rexurdimientu que la pandereta ta viviendo en Galicia. N’Asturies tamién tamos viviendo esa revitalización y tenemos bonos exemplos d’ello. Fenómenos de mases como Eurovisión acerquen la pandereta a xente que d’otra manera nun s’allegaría a ella, incluso nesta tierra. L’interés que pol instrumentu ta habiendo estos díes gracies a esti festival ye mui positivu pa la música tradicional en xeneral. Amás de p’abrir nuevos caminos, tamién ta siendo importante pa dar a conocer caminos que yá tán abiertos”.

Pasamos al maestro de música y gaitero Iñaki Santianes para acceder a una visión global gracias a su trabajo como delegado en Asturias del Festival Intercéltico de Lorient: “Este fenómeno saca a la luz el buen trabajo que se viene haciendo durante muchos años en escuelas de música y asociaciones de música tradicional. Se me vienen a la cabeza grupos como ‘Les Pandereteres de Fitoria’, ‘Herbamora’, ‘Cataruxare’, que hace ya varios años que apostaron por este tipo de formaciones en nuestra región. Tengo muchos y muy buenos amigos en la vecina Galicia y los grupos de pandereteras son numerosos allí y están muy arraigados en su tradición. Este fenómeno va a ayudar sobremanera a dar un empujón después de un periodo bastante duro a consecuencia del covid. El camino que se va a abrir no es tanto el de la interpretación, sino como el del acercamiento a un nuevo público de estas formaciones y de la música y la cultura popular y tradicional de las regiones del Norte”.

Eva Tejedor.

Recuerda Santianes: “Nosotros tuvimos nuestro fenómeno ‘Tanxugueiras’ en su momento con Hevia consiguiendo que la gaita tomase un papel importante a nivel mundial y que ayudó a que en Asturias creciese exponencialmente el número de intérpretes. Actualmente hay un buen número de grupos en Asturias que están empezando a sonar a nivel nacional, cuyo máximo exponente podría ser Rodrigo Cuevas, que más pronto que tarde conseguirán no sé si una relevancia tan importante como la que hoy en día ha alcanzado ‘Tanxugueiras’, pero sí que harán que las miradas se vuelquen hacia nuestra región”.

Apunta Marta Elola que más que auge “lo llamaría resistencia. Las pandereteras siempre estuvieron ahí, lo que ha costado es que nos vieran. Y el éxito de ‘Tanxugueiras’ abrirá nuevos caminos, porque para que una música te llegue tienes que acercarte a ella sin miedo, sin prejuicios, meterte en su sonoridad y que te abrace, independientemente de su lugar de origen, la música va por el aire, las fronteras las marcamos nosotros y nuestro deseo o no de comprender y aceptar lo que viene de afuera. La música tradicional es la música más universal que existe. Nos engancha porque nace con nosotros, está ahí, en nuestro oído, en nuestro lenguaje, en nuestro ADN, en nuestra forma de entender el mundo. Aunque nunca la hayamos escuchado, sabemos reconocerla”.

Valle Roso le da al folclore tanto futuro como pasado: “Es nuestra identidad, nuestra historia y eso siempre va estar en auge, otra cosa es la atención que le prestemos en cada momento. Ahora hay una gran oleada de músicos trabajando con el folclore, lo que me parece maravillosa y hace que este se encuentre en un gran momento. La música de raíz une y nos emociona, porque todos llevamos esas melodías dentro. Ayuda a conectarnos con nosotros mismos, con nuestros ancestros y eso es muy sanador y reconfortante para los tiempos que vivimos. Y las nuevas apuestas, las nuevas formas de entender y trabajar el folclore están derribando estigmas pasados”.

Ramsés llesies, en un taller.

Nuevas generaciones. ¿Engancha la música de raíz a las nuevas generaciones? Eva Tejedor lo confirma: “Cada vez más. Los niños empiezan cada vez más pronto a estudiar música tradicional, con 6 o 7 años”. Santianes lo respalda: “Las nuevas generaciones siempre buscan algo nuevo y que les haga romper con lo anterior y, sobre todo, les haga diferentes y más interesantes. Si se analizan las agrupaciones que han ido surgiendo a lo largo de la historia, siempre han ido triunfando a base de captar a las nuevas generaciones y darles algo distinto a lo que sonaba hasta ese momento”.

Y Valle Roso añade: “Hay un deseo de los jóvenes palpable de agarrarse a lo tradicional, de identificarse con ella, y un mayor respeto del que se tenía hace unos años, eso en todos los ámbitos del patrimonio tradicional, tanto material como inmaterial: la música tradicional ya no es algo de viejos, de pueblu, casposo... los jóvenes han entendido que no es una música estanco, no hay que reverenciarla como a una pieza de museo, cambia, evoluciona, se adapta y siempre está en construcción. El auténtico valor reside en la raíz aunque cambien las desinencias”.

Adiós a los estigmas. Ya son muchos los estigmas derribados, anuncia Tejedor: “Hace más de 30 años que grupos asturianos viajan por todos los continentes cantando en asturiano nuestra música tradicional”. Da pie esta reflexión para que Iñaki Santianes lo confirme: “Todo el que ha estado alguna vez en el Festival de Lorient sabe que la música asturiana es muy apreciada por el público y que a su vez sabe valorar las peculiaridades de nuestra región en relación a los países del norte de Europa. El uso de la pandereta en Irlanda, Escocia o Bretaña no se ha mantenido de la misma manera que en nuestra región, en la que en todas las agrupaciones de baile el peso de la pandereta es muy importante y así se manifiesta en cada espectáculo. La música folk y sobremanera los grupos que en la actualidad están desatacando en Asturias, como ‘L-R’ o ‘Eva Tejedor y les Pandereteres’, han puesto en valor el papel de la pandereta y el papel de la mujer como portadoras de la tradición que durante un tiempo quedaron relegadas a un segundo plano en favor de la gaita y el tambor”.

Anabel Santiago.

Sostiene Marta Elola que “el instrumento como instrumento tiene su dificultad, sin duda, pero lo más difícil no está en la ejecución, sino en colocarlo en el lugar que merece. Desterrar expresiones peyorativas como ‘país de pandereta’ sería un primer paso. Sí, este es un gran país de pandereta porque si hay algo que nos une a lo largo y ancho de la península Ibérica es algo tan sencillo y a la vez tan complejo como una piel con sonajas. Mi madre, mi abuela, la suya... construyeron y guardaron este país de pandereta”. Lo importante es que la pandereta está aquí, “que no se pierde, que no estamos asistiendo al canto del urogallo, que con una voz, y una pandereta llenamos teatros y esas mujeres, las informantes, las conservadoras lo hubieran echo también porque un solo ‘¡Ixuxú!’ puede emocionarnos hasta llorar. Solo es un grito, pero nos conecta con la tierra”.

Silvia Quesada reconoce que “la pandereta siempre estuvo a la sombra de la gaita y el tambor, pero entre otras cosas, probablemente, por una cuestión de género. Aunque aún queda mucho camino que andar, el movimiento feminista de los últimos años fue creciendo a pasos agigantados, y todo lo inherente a la mujer, con él; quizá por eso la pandereta les haya tomado un poco la delantera a los otros instrumentos a día de hoy”.

¿Qué haría falta para que el fenómeno de” Tanxugueiras” se diera en Asturias? Marisa Valle Roso no lo duda: “A mí me encanta ver cómo toda Galicia se volcó con ellas, es lo suyo y debemos de tomar ejemplo. Para que nos quieran fuera, tenemos que empezar queriéndonos nosotros mismos”.

Leticia Baselgas y Rubén Bada (foto de Laura Rodríguez).

Quesada es crítica: “A pesar de la cercanía geográfica y de nuestra cultura, costumbres y forma de ser similares, Galicia y Asturias se encuentran a años luz en muchos aspectos; esto lo pienso yo y me lo confirman mis amigas y amigos de allí. Las cosas que van ocurriendo en Asturias ya las vivieron en Galicia hace muchos años, si bien es cierto que aquí se muestra un gran interés por la pandereta desde dentro de las agrupaciones musicales desde hace tiempo, al igual que allí. Está claro que el fenómeno Tanxugueiras solo traerá cosas buenas a la música tradicional de Asturias, pero probablemente cuando aquí se llegue a desarrollar a ese nivel, en otros lugares la moda esté en decadencia. Hay muchos factores a tener en cuenta en esta cuestión. Uno de ellos es la lengua, la música tradicional está muy ligada al gallego y al asturiano. En Galicia el gallego ya es una realidad desde hace mucho tiempo, la gente lo acepta, lo usa y lo reivindica. Aquí aún estamos en camino. Tenemos que creérnoslo más y defender y apoyar lo que es nuestro, nuestra cultura, nuestra música, nuestra lengua, todas esas cosas que nos diferencian de los demás. Debemos aprender a cuidar y tratar con cariño y orgullo lo nuestro”. Algo que comparte Rodrigo Cuevas: “Hay que exigir respeto institucional a la llingua asturiana, para que un fenómeno como el gallego ocurriera aquí la gente debería estar alfabetizada en asturiano, que no existiera un desprecio constante de administraciones y medios de comunicación”.

Recuerda Leticia Baselgas que “uno de los grandes retos de ‘L-R’ post-folk-asturianu fue tratar de llevar la música popular más allá de su propia narrativa; es decir, sacarla de los espacios a los que esta estaba destinada. Vivir la música tradicional desde la contemporaneidad es algo importantísimo para nosotros y creemos que es parte de la misma tradición. Como dice Rubén Bada, para los que ahora consideramos músicos y músicas tradicionales clásicos la música que ellos y ellas hacían no era ‘tradicional’ era simplemente música. Esta afirmación es esencial. Si nosotros seguimos tocando muñeiras o sones d’arriba que suenan a rock o a blues es porque realmente entendemos que la música tradicional es parte de nuestra vida. Consideramos que claramente es esto lo que hay que exportar hacia otros públicos o personas jóvenes: que vivan y entiendan la música asturiana como algo propio y personal”.

Anabel Santiago es muy optimista porque “cada vez más gente joven se aproxima al folclore. El fenómeno de las pandereteras gallegas ya se está dando en Asturias, hay mucho artista que hace música tradicional revisitada, atreviéndose a modernizarla y dar un paso más allá. La diferencia es que no lo estamos exportando como deberíamos”.

Rodrigo Cuevas.

Desde su exhaustivo conocimiento, Ramsés Ilesies es tajante: “N’Asturies, tenemos grupos con apuestes mui asemeyaes a la de ‘Tanxugueiras’, xente trabayando perbién la tradición de pandereta y faciendo coses mui novedoses basaes nella. El proyeutu de les gallegues entiéndese en dientro del fenómenu que tamos viviendo pol que se ta revisitando la tradición y enredando con ella pa da-y un soníu y xeitu urbanos. Nesti camín ye fundamental entender que se ta consiguiendo que la música tradicional seya un mediu d’espresión y demanda de les inquietúes que, sobre too, la mocedá tien. Ye por eso que tienen un papel determinante cuestiones como l’empoderamientu de la muyer, la revisión de los esquemes sociales más tradicionales, el respetu a la pluralidá sexual, relixosa, étnica, llingüística... ‘Tanxugueiras’ son más qu’un grupu de pandereteres, y el tema que llevaron al Benidorm Fest tien munchu tresfondu, na estética, nel mensax y nes llingües, tamién n’asturiana. Nun hai fronteres. Nun podemos tar más d’alcuerdu con elles”.

E Iñaki Santianes remacha: “Asturias tiene una grandísima cantera de intérpretes que apuestan por las músicas de raíz y que se dedican en cuerpo y alma a protegerla y transmitirlas. Son muchos los grupos y las personas que trabajan por y para el folclore en asociaciones, escuelas de música, grupos, solistas y cuyo interés les une y no es otro que la pervivencia de nuestras tradiciones y darlas a conocer a las nuevas generaciones para que no se pierdan y para que no se pierda la memoria y el patrimonio de nuestra región. No me gusta nombrar a nadie por el miedo a dejar gente fuera de esta lista pero debemos estar atentos a nombres como ‘L’Algaire’, ‘Abéu’, ‘6 Riales’... que muy pronto tendrán un hueco dentro de la música de nuestra región”.

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