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EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA GUERRA DE UCRANIA

La industria busca cómo deshacer el nudo energético que cierra su futuro

Los empresarios asturianos acuden a las placas solares y maquinaria más eficiente para compensar los altos precios del gas y la electricidad

La crisis energética provocada por la guerra de Ucrania y la presión del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre el grifo del gas está pasando una costosa factura a la industria española, cristalizada en forma de parones en la producción y reestructuraciones en el empleo. El gigante ArcelorMittal anunció la parada de uno de sus dos hornos altos en Gijón y ha planteado un ERTE para sus 8.300 trabajadores en España. No es el primero, y tampoco será el último. La petición es clara: contratos de electricidad y gas a precios competitivos. Así lo urge la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, que agrupa a los sectores de la automoción, el refino, el papelero, el químico, la alimentación y bebidas, el cemento, las materias primas minerales y la siderurgia.

En el caso de los grandes consumidores eléctricos, como el sector siderúrgico, metalúrgico o químico, los altos precios han llevado a una caída de la demanda del 11% en julio, según Red Eléctrica. «El Gobierno anunció el año pasado subastas de energía inframarginal, pero ahora dicen que las eléctricas tienen toda la energía de 2023 vendida. Como no bajen los precios, el futuro de la industria es incierto», explica el director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), Fernando Soto.

Otro ejemplo de parón es Ferroatlántica, del grupo Ferroglobe, que ha paralizado sus fábricas de forma indefinida y aplicó un ERTE, y suministra a sus clientes desde su planta francesa. «El problema es que lo que se cierra y permanece así muchos meses difícilmente se levanta», agrega Soto. Además, la «excepción ibérica» ha añadido otro problema: el precio de la electricidad es más caro por la noche que por el día y muchas de estas empresas tenían adaptada su producción al periodo más barato. «Están intentando readaptar los horarios, hablando con los sindicatos, pero no es fácil», agrega.

Por otra parte, la demanda de los grandes consumidores de gas, según Enagás, se redujo un 40% este agosto, respecto a 2021, siendo especialmente sangrante para el textil y el refino (más del 50%). En este caso, el principal problema es el alto coste de sus plantas de cogeneración por el precio disparado del gas y tras ser excluidos de la «excepción ibérica». El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció cambios hace una semana, pero todavía no se han puesto en marcha. Empresas como Pamesa y Azuliber ya han hecho ERTE.

Las grandes sufren, pero también las pymes, que encaran el duro otoño que se avecina aplicando medidas de contención del gasto energético. En estas páginas hay varios ejemplos de Asturias y de otras regiones.

Obras de instalación de placas solares en la planta de Asla en Lena.

El cinc laminado sale más barato con rayos solares

Asla reducirá un 20% el gasto energético con el despliegue de placas fotovoltaicas de autoconsumo en Lena, León y Zamora

Javier Cuartas

Asturiana de Laminados (Asla), uno de los tres mayores fabricantes internacionales de cinc laminado, prevé ahorrar el 20% de su factura eléctrica en sus plantas de Villallana (Lena) y el 40% en las dos fábricas de su filial Latem Aluminium en Villadangos del Páramo (León) y Villabrázaro (Zamora), en los tres casos mediante el despliegue de placas solares fotovoltaicas para el autoconsumo.

Asla, que cotiza en el mercado bursátil BME Growth, fabrica en Asturias bobinas de zinc prepatinado y laminado en frío, así como chapas de este metal cortadas a medida, y su filial castellano-leonesa funde aluminio y produce laminados de este material.

Con su apuesta por la energía fotovoltaica la compañía "trata de alinearse con el consumo de energía verde y reducir el coste energético", señaló su presidente, Macario Fernández.

En la fundición de aluminio de Latem en Villadangos del Páramo ya está operativa la generación de energía mediante placas solares que cubren 10.000 metros cuadrados de cubierta y que le aportan más del 30% de su consumo. En el caso de la laminación de Villabrázaro la empresa prevé que antes de fin de año entre en actividad un equipamiento similar sobre 55.000 metros cuadrados.

Latem Aluminium tiene programada una inversión adicional, que espera que esté finalizada a fines de 2023, para instalar un parque fotovoltaico sobre un terreno de 10.000 metros cuadrados a dos kilómetros de la planta zamorana con una potencia de 10 megavatios / hora. Tanto en León como en Zamora las instalaciones solares estarán vinculadas a electrolizadores que producirán hidrógeno para reducir el consumo de gas natural en ambas fábricas.

En las plantas de Asturias, que consumen poco gas, no se desplegarán electrolizadores, pero ya está avanzada la instalación de paneles solares. Las tres naves de Asla en el polígono de Villallana (Lena), que suman 50.000 metros cuadrados de cubierta, finalizarán antes de que acabe el año la instalación de este tipo de equipamientos mediante un acuerdo con la compañía eléctrica EDP. En enero o febrero se espera iniciar las obras de instalación en otra planta, también situada en Villallana, que fue adquirida por Asla al grupo Rioglass, lo que le supondrá disponer de otros 20.000 metros cuadrados de placas solares: la mitad sobre cubierta y el resto, en unos terrenos no edificables situados en el entorno.

La nueva planta de Asla elaborará una nueva gama de productos prefabricados de cinc que facilitará su instalación tanto en fachadas como en cubiertas y tanto en obras de construcción como de rehabilitación. Será un producto con marchamo verde (se fabricará con energía limpia) y que además mejorará la eficiencia energética de los edificios en los que se instale porque permitirá incorporar materiales de aislamiento por debajo del revestimiento de cinc.

"Hay ayudas" para acometer esta transición energética pero "ojalá hubiera más", afirmó Macario Fernández. "Si el mundo va por donde tiene que ir, y se desea que se invierta en este tipo de instalaciones, la apuesta debería ser mayor por parte de las administraciones públicas central y autonómicas".

El grupo da empleo a 175 personas en Asturias y a 40 en Castilla y León.

Manuel Hernández, en la fábrica de Galvanizados Avilés. | F. Rodríguez

Galvanizados Avilés ahorrará en luz si le dejan los aviones

La empresa está a la espera de un permiso de Seguridad Aérea para poder instalar paneles solares para rebajar la factura eléctrica

A. P. Gión

La factura del gas se ha multiplicado por veinte en el último año en Galvanizados Avilés, pyme de 70 trabajadores que cuenta con la mayor piscina de galvanizado de Europa, donde el zinc tiene que permanecer a 450 grados, 24 horas al día los 365 días del año. En esa planta del Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) no se fabrica acero, pero se ofrece un servicio fundamental para los fabricantes de estructuras. En sus instalaciones se les aplica una protección superficial mediante la inmersión en un baño de zinc a 450 grados (galvanizado en caliente), un tratamiento que, entro otras muchas propiedades, aporta un efecto anticorrosivo que puede durar hasta 50 años. Este proceso, que pasa por otras fases antes de devolver las piezas al cliente, conlleva un consumo energético enorme. Y las crisis se encadenan.

La capacidad de producción máxima de Galvanizados Avilés, firma impulsada en 2008, es de 45.000 toneladas al año. "Este 2022 vamos a cerrar por la mitad, unas 22.000. El año pasado fue malo por el tema del covid y este tampoco las cifras son muy brillantes: la guerra, la incertidumbre, la huelga del transporte nos hizo bastante daño", explica su director gerente, Manuel Hernández.

Contar con esa gran balsa tiene ventajas, pero también inconvenientes. Su gran capacidad (16 metros de longitud, 3,5 de profundidad y 2,2 de ancho) permite galvanizar piezas muy voluminosas en una única inmersión, lo que aporta a esta empresa avilesina una ventaja frente a otros competidores (hace mes y medio superó su propio récord, con el galvanizado de una estructura de 13 toneladas).

Pero para que ese proceso de galvanizado en caliente funcione, y ahí está el hándicap, "hay que mantener los 120.000 litros de zinc que contiene la piscina a 450 grados día y noche todo el año, galvanices o no". "El coste energético es brutal y el del gas nos afecta muchísimo, diez veces más que el de la electricidad. Nuestro consumo aproximado anual de gas es de unos 8.500 megavatios hora. En diciembre de 2021 se pagaba a 14 euros megavatio hora. Se ha llegado a poner ahora a 200 euros. No hay más que tirar de calculadora para ver lo que implica para una empresa: 1,7 millones año solo en gas. Y el problema no es solo que el precio esté alto, es su inestabilidad, la incertidumbre", explica Hernández.

Reducir el consumo de gas es imposible porque "no hay una energía alternativa que lo minimice", así que en este sentido sólo cabe "conseguir negociar lo mejor posible unas condiciones a largo plazo" y contar con carga de trabajo. De ahí que Galvanizados Avilés se haya adentrado en mercados que hasta ahora le resultaban antinaturales por cuestiones de transporte: Portugal y Francia.

La compañía ha conseguido reducir el consumo eléctrico en un 30%, principalmente con la instalación de iluminación de bajo consumo. Pendientes están en Galvanizados Avilés de instalar paneles fotovoltaicos, una obra que se ha retrasado por un trámite con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea por la cercanía al aeropuerto. "Tardan meses en firmar un papel para decir que no vamos a hacer daño a los aviones", protesta el gerente de la compañía, Manuel Hernández. Un parón en el suministro de gas sería la ruina.

La nueva tostadora eficiente de Oquendo.

El café bajo en kilovatios de Oquendo

Tostadoras eficientes, producción propia de energía y nitrógeno, aislamientos térmicos y concienciación, la receta para ahorrar

Pablo Castaño

El mismo sabor y el mismo aroma, pero con menos gasto energético. Cafés Oquendo, empresa asturiana nacida en 1986 y uno de los diez primeros operadores del sector, está embarcado en un ambicioso plan de mejora medioambiental y ahorro energético que pasa por la renovación de la maquinaria para ganar eficiencia, la apuesta por el autoconsumo energético y la concienciación del personal sobre la necesidad de ahorro.

El café bajo en kilovatios se fabrica en tostadoras de nueva generación. Oquendo ha invertido recientemente en la adquisición de nuevos equipos que hacen más sostenible el proceso productivo. "Las nuevas tostadoras consumen menos energía que las convencionales. Cada tostada se hace en diez minutos, la mitad que antes", destacan fuentes de la compañía, que añaden que los nuevos equipos incluyen quemadores de humos que incineran los gases, reduciendo así las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además de las tostadoras eficientes, Oquendo ha adquirido un generador para fabricar nitrógeno en su propia planta del polígono de Silvota, en Llanera, y no depender de suministradores. El nitrógeno facilita que el café conserve todas sus propiedades organolépticas una vez envasado y la producción in situ en la fábrica de café reduce la huella de carbono al eliminar el transporte de suministros y recogidas, rebaja el consumo de electricidad y supone un ahorro del 30% sobre los costes que tenían.

Oquendo será autosuficiente en nitrógeno y dará un paso para serlo también en energía con la instalación en los tejados de la factoría de Silvota de 520 paneles solares que ocuparán una superficie de 1.200 metros cuadrados. Con este proyecto, la empresa estima un ahorro de 240,2 MWh al año.

Actualmente Oquendo está finalizando la obra de reforma y ampliación de sus oficinas centrales en Silvota donde, según destacan fuentes de la empresa, "se ha buscado en todo momento la eficiencia energética gracias a fachada ventilada, luminarias led, renovación completa de los sistemas de climatización por nuevos equipos con clasificación energética superior e instalación de vidrios y carpinterías de aluminio para las ventanas con unos coeficientes de aislamiento superiores". A estas inversiones se añade un plan de concienciación de la plantilla. La empresa ha impartido formación sobre la necesidad de utilizar de forma responsable los sistemas de iluminación, climatización, equipos eléctricos y recursos de la oficina.

Las oficinas centrales de GAM, ubicadas en Meres (Siero). | LNE

GAM deja atrás los combustibles fósiles

La compañía de alquiler de maquinaria está electrificando su flota y se autoabastecerá con plantas fotovoltaicas

Pablo Castaño

La multinacional asturiana de alquiler de maquinaria y servicios a la industria GAM nació en 2003 y, tras un fuerte proceso de crecimiento no exento de dificultades, tiene presencia en 10 países con 75 delegaciones. Sus sedes, sus vehículos y su flota de cerca de 25.000 máquinas suman un fuerte consumo energético cuyo volumen e impacto se intenta contener por varias vías en estos tiempos de carestía y concienciación sobre los efectos del cambio climático. "En GAM la sostenibilidad está incorporada de manera transversal a nuestro modelo de negocio", apuntan fuentes de la compañía, que resaltan la puesta en marcha de un plan de sostenibilidad que incluye acciones en energía y movilidad y en economía circular.

Para reducir la huella de carbono y la factura eléctrica GAM ha comenzado a instalar, junto con Total Energies, plantas solares de autoconsumo. Desde el pasado mes de julio, GAM cuenta en su sede de Granda, en Siero, con casi 400 paneles solares que suponen un primer paso para el autoabastecimiento que tendrá su continuidad en la delegación de San Fernando de Henares (Madrid) y otros centros de la compañía. "Muestran nuestro compromiso por la utilización de fuentes de energía de origen 100% sostenible", destacan fuentes de GAM, que añaden que con los paneles que se han desplegado en Asturias (393) y, próximamente, en Madrid (176) se reducirán en 1.060 toneladas las emisiones de CO2, el equivalente a 4.239 árboles plantados, obteniendo una producción anual de energía de 315.678 kWh.

Las máquinas que se alquilan, los vehículos de asistencia y los medios de transporte que se emplean para la distribución también tienen un importante consumo energético. La compañía tiene en marcha una política de transición hacia maquinaria de cero emisiones, libre de uso de combustibles fósiles, cuyo precio se ha disparado. "Más del 77% de la flota de maquinaria ya es cero emisiones", apuntan fuentes de la compañía, que añaden que GAM se encarga de asegurar que el consumo de electricidad provenga principalmente de fuentes renovables. "Actualmente es un 95% del consumo", aseguran desde la empresa, que este año abrió una nueva línea de negocio de movilidad de última milla sostenible (con la filial Inquieto) con un amplio catálogo de vehículos cero emisiones para el reparto de cercanías. Además, la compañía ya usa vehículos eléctricos en su servicio de asistencia técnica. Parámetros como la electrificación de la flota, el reciclaje de máquinas o las cifras de emisiones de gases de efecto invernadero son auditados con la colaboración de la consultora EIT Innoenergy.

Josep Soto, a la izquierda, director de Caypi.

Caypi (Barcelona)

De 32.000 euros al mes en 2021 a 102.000 este año en facturas de energía

Sara Ledo

Con 40 trabajadores divididos entre las dos sedes que tiene la compañía, la empresa catalana de recubrimiento de superficies (pintura para evitar que las piezas metálicas se oxiden) Caypi espera cerrar este año con una facturación de unos 6 millones de euros, de los cuales unos 800.000 euros se tendrán que destinar a pagar las facturas de luz y gas. "Qué empresa tiene margen para asumir estos costes energéticos", pregunta su director general, Josep Soto, que pertenece a la segunda generación de esta empresa familiar. "Nunca habíamos vivido algo así", asegura.

La compañía, que sirve de forma indirecta a gigantes del automóvil como los grupos Volkswagen, Renault o Peugeot, ha pasado de pagar una factura energética (luz y gas) en el mes de julio de 2021 de 35.000 euros a 102.000 euros ese mismo mes de este año. "Estudiamos la posibilidad de abrir solo cuatro días, pero conllevaba otros costes, así que lo que hemos hecho es repercutir la subida de precios al cliente a principios de año", explica Josep Soto. Reconoce que intentaron buscar contratos de suministro a precio fijo para blindarse frente a nuevas subidas, pero no ha sido posible. "Las compañías no hacen esas ofertas", asegura el director general de Caypi.

"Vemos en los medios que las eléctricas tienen beneficios históricos y muchas pequeñas y medianas empresas viven con miedo o riesgo a cerrar, algo falla. No es el momento de máximos históricos", agrega Soto.

Instalaciones de Azuliber.

Azuliber (Castellón)

El coste sube el 1.047% y obliga a cerrar

Maribel Amoriza

La grave crisis de los costes energéticos afecta a todos los sectores y empresas, pero no por igual. En el caso del clúster cerámico de Castellón, las consecuencias son especialmente intensas por tratarse de consumidores intensivos de gas y más duras aún para las que utilizan sistemas de cogeneración (tecnología que permite aprovechar mejor la energía utilizada y verter a red los sobrantes). Quedaron excluidas del sistema de la excepción ibérica y están a la espera de cómo y cuando se integrarán ahora que el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez anunció su inclusión.

Un ejemplo paradigmático es el de la compañía Azuliber, una de las principales productoras de arcillas atomizadas para la industria azulejera, a la que el desorbitado precio del combustible acaba de obligar a cerrar sus puertas y poner en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para toda su plantilla, un total de 117 trabajadores . La empresa, que forma parte de Pamesa Grupo desde septiembre del 2021, ha visto crecer un 1.047% el coste de atomizado de una tonelada de arcilla en el último año, una evolución "insostenible", que ha llevado a detener su actividad.

Instalaciones de Leche Gaza.

Instalaciones de Leche Gaza.

Leche Gaza (Zamora)

Ahorrar con placas, economizadores y recuperación térmica

Manuel Herrera

En la empresa Leche Gaza de Zamora, el alza de la energía y de los suministros, y el temido control de su uso, se combate a través de la reducción de los consumos y del esfuerzo por mejorar la sostenibilidad. Ese trabajo se reforzó con el traslado a una nueva fábrica en plena pandemia, y se ha intensificado con la instalación reciente de más de mil placas solares con las que la firma busca reducir su consumo eléctrico en un 25%.

Esta medida se suma a otras como la colocación de economizadores en las calderas para limitar en un 7% el gasto de gas natural o el centro de recuperación térmica que permite aprovechar determinados procesos de tratamiento de la leche para reutilizar la energía. "Son cosas que surgen paulatinamente, porque no podemos estar desaprovechando recursos", explica la responsable del área de sostenibilidad, Michelle Prieto.

Esa inquietud ha llevado a los responsables y trabajadores de la empresa a ir dando forma a más acciones que van en la misma línea de ahorro energético y de otros suministros, en un contexto de crecimiento de los precios en el que cualquier medida de ese tipo se puede notar de manera palpable en la factura que se paga a final de mes.

Instalaciones de Famosa.

Famosa (Alicante)

Maquinaria y sistemas de refrigeración más eficientes

Miguel Villaplana

Famosa, el buque insignia del sector juguetero español, con sede en Alicante, ha visto cómo su factura energética es en estos momentos más del doble que la que abonaban en 2020. Según explica el director de operaciones de la empresa, José Manuel Rodríguez, "desde un principio tuvimos claro que era impensable repercutir íntegramente esta subida de costes en los consumidores", motivo por el que han optado por invertir en la cadena de producción. La compañía ya llevaba años trabajando en un plan de inversión que, presupuestado en 400.000 euros, se adelantó a principios de 2022 ante la imparable escalada de los precios. Entre las actuaciones llevadas a cabo destaca la instalación de motores de maquinaria y sistemas de refrigeración más eficientes, que permiten reducir el impacto económico de la inflación y, de paso, mejorar la huella medioambiental de la firma. Famosa, con todo, pide apoyo tanto nacional como europeo a las empresas en este tipo de actuaciones.

Nacho Espí.

Pinturas Pinay (Valencia)

Placas de autoconsumo para pagar como antes del subidón de luz

Ramón Ferrando

La empresa valenciana Pinturas Pinay ha apostado por el autoconsumo fotovoltaico para hacer frente al subidón del precio de la electricidad. La compañía (con sede en Aielo de Malferit - Valencia-, 50 trabajadores y una facturación de 7,5 millones de euros en 2021) decidió el verano pasado instalar placas solares en la cubierta de su fábrica cuando empezó la escalada de la electricidad. La jugada le ha salido redonda. En un año ha amortizado los 70.000 euros de inversión y ha logrado rebajar la factura eléctrica un 70%.

Nacho Espí, gerente de Pinturas Pinay, explica que antes de que empezara la escalada del precio de la luz pagaban unos 5.000 euros al mes, pero con los primeros incrementos la factura se disparó hasta los 16.000 euros. "En septiembre decidimos poner placas solares en los 300 metros cuadrados de la cubierta. A pesar de las placas, en invierno todavía tuvimos facturas altas, pero el punto de inflexión llegó en primavera cuando se incrementaron las horas de luz", apunta. Espí precisa que las placas les proporcionan el 70% de la energía que necesitan. Además, la empresa ha recibido una subvención del 30% del coste de la planta de autoconsumo de la Generalitat Valenciana, que impulsa este tipo de instalaciones.

La planta de Hitachi en Córdoba.

Hitachi (Córdoba)

Una apuesta por la eficiencia energética y el autoconsumo

Pilar Cobos

La planta de Hitachi Energy en Córdoba fabrica transformadores de gran potencia, para lo que necesita maquinaria especializada. Los equipos, además, son sometidos a pruebas para su homologación antes de la entrega al cliente, unos controles que requieren "un gran consumo energético, al tener que ensayarlos para soportar altas intensidades y voltajes de la red eléctrica", explican desde la empresa. Acerca de las consecuencias del aumento de los precios de la energía en su actividad, Hitachi Energy señala que, como en todo el sector, "manteniendo el consumo eléctrico el coste se ha duplicado".

Por esto, a corto plazo ha planteado una campaña de concienciación individual, mientras que a medio y largo plazo ha previsto el cambio de la iluminación a una más eficiente y el autoconsumo con energía fotovoltaica. De forma paralela, Hitachi Energy realizará una auditoría de eficiencia energética bajo la ISO 50002.

En el 2022, la empresa ha invertido en torno a 1,5 millones de euros para continuar actualizando sus instalaciones, una actuación que se enmarca en un plan global para adaptar la fábrica de Córdoba a la demanda del mercado. Según afirman, las perspectivas de futuro "siguen siendo muy optimistas, en especial, en el sector nuclear, de las renovables y todo lo relacionado con la electrificación de la economía".

Ana Bernal.

Inoxpaser (Murcia)

Placas solares para reducir la factura

María José Gil

El autoconsumo eléctrico es la principal alternativa frente a la crisis energética que están adoptando las empresas de la Región de Murcia. Ana Bernal, directora financiera de la compañía dedicada a la fabricación de maquinaria industrial Inoxpaser, de Molina de Segura, explica que, además de instalar sistemas de aprovechamiento de las energías renovables, está adaptando todas sus instalaciones para reducir el consumo.

Entre las medidas destinadas a rebajar la factura eléctrica destaca "el control de la iluminación, dando prioridad a la natural e instalando ‘led’, y la instalación de placas fotovoltaicas", que permiten generar electricidad para autoconsumo. También se está aquilatando al máximo "los sistemas de climatización, dando descanso a los equipos de trabajo cuando no se están usando, la mejora en el mantenimiento de las instalaciones, la revisión de las redes eléctricas y de fontanería para evitar roturas y la renovación de las ventanas aislantes térmicas".

Su plan de ahorro incluye, además, "renegociar el contrato de suministro eléctrico y apostar por las energías renovables. Toda medida es poca. Por ello, es importante que las Administración siga ayudando a las empresas en estos procesos", precisa la directiva de Inoxpaser.

Manuel Rodríguez.

Grupo Rodman (Vigo)

Trabas crecientes en el acceso al crédito

Lara Graña

Grupo Rodman es uno de los constructores navales de referencia en España, con dos unidades de producción ubicadas en la ría de Vigo. Metalships & Docks es un astillero especializado en buques ‘off shore’, cruceros de lujo o pesqueros de última generación, y hoy centrado en la reparación. Rodman Polyships, por su parte, es líder en construcción de embarcaciones en poliéster reforzado con fibra de vidrio. Respira en un mercado inflacionado, como constata su presidente, Manuel Rodríguez.

"Los precios industriales han subido un 40,4% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Los de la energía nos cuestan el doble". Poco ajuste se puede hacer en medidas de ahorro en un trabajo intensivo en procesos de construcción, como es este caso, y en el que los materiales están por las nubes. "Los precios del hierro, acero y ferroaleaciones han subido en lo que va de año un 20%; los productos metálicos, las tuberías y los transformados de acero, entre un 10% y un 15%. Las pinturas, barnices y revestimientos, se han encarecido un 13%; las fibras sintéticas y resinas un 30%. Todo ello repercute en nuestros costes de producción", abunda el directivo, que anticipa también que sufrirá trabas crecientes en el acceso al crédito. "Grupo Rodman no será una excepción. De momento no lo hemos notado, pero será inevitable".

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