Así es la nueva educación que revoluciona las aulas: de solo memorizar contenidos a saber aplicarlos a la vida

Profesores con experiencia en la enseñanza por competencias explican las claves de la LOMLOE y defienden que los alumnos salen mejor formados: "es un cambio necesario, pero hay que hacerlo sin prisas"

ASÍ ES LA NUEVA EDUCACIÓN: DE SOLO MEMORIZAR CONTENIDOS A SABER APLICARLOS A LA VIDA

ASÍ ES LA NUEVA EDUCACIÓN: DE SOLO MEMORIZAR CONTENIDOS A SABER APLICARLOS A LA VIDA

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

La octava ley educativa de la democracia ha revolucionado las aulas asturianas. Por un lado, la LOMLOE busca eso: romper, transformar, dar un vuelco a la forma de enseñar. Pero por otro, el Gobierno se ha topado con un efecto indeseado: la desesperación del profesorado por la implantación "de golpe" de una norma que cambia radicalmente el proceso de enseñanza y aprendizaje y que contiene un vocabulario "demasiado técnico". La mayoría de docentes asturianos está de acuerdo en que en el fondo la reforma es buena –promueve una enseñanza más competencial y menos memorística, al estilo de otros países de la UE–, sin embargo, opinan, fallan las prisas, la falta de formación y el aumento de la burocracia. Para mostrar su cabreo han iniciado varias campañas de recogida de firmas y manifestaciones.

La nueva ley arrancó en septiembre por los cursos impares y su aplicación total se llevará a cabo en el próximo año escolar 2023-24 con su implantación en los cursos pares. Tras las vacaciones de Navidad, la comunidad educativa asturiana se enfrenta mañana a su segundo trimestre bajo la LOMLOE. A continuación se explican, con ayuda de profesores, las claves de la educación del presente y del futuro.

Otra forma de dar clases

La filosofía de la LOMLOE es clara. Se trata de que los alumnos "empollen" menos y sepan aplicar a la vida real los conocimientos que adquieren en el aula. Es lo que se conoce como aprendizaje competencial. Hasta este curso, algunos centros ya trabajaban de esta forma, pero no estaban obligados a hacerlo. Ahora, en cambio, sí. No solo deben enseñar por competencias (en vez de por contenidos), sino también evaluar de esta forma. "Las competencias las teníamos contempladas en leyes educativas desde hace años, pero se trabajaban solo si había voluntad por parte del profesor. Lo que hace la LOMLOE es sistematizar esta forma de enseñanza", aclara Ricardo Saavedra, profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Marqués Casariego de Tapia y formador.

Según este docente, la enseñanza que viene será "más práctica y menos teórica" en consonancia con los tiempos que corren y la forma de dar clase en el resto del mundo. De hecho, puntualiza Saavedra, con o sin cambio de Gobierno en las elecciones generales, las competencias "se quedarán", pues es el mandato que viene de Europa. Lo de estar sentado delante de un libro y repetir la lección como un papagayo ya es historia. "Tampoco se aparca lo memorístico, pero sí que el proceso no consiste en aprendérselo todo de memoria y ya está, sino de saber hacer, de que los conocimientos tengan una dimensión práctica", recalca.

Alejandro Collantes, director del CRA Lena, que aplica la enseñanza competencial desde hace años, tira de símil futbolístico. "Lo que se hacía hasta ahora es como estar entrenando siempre y nunca jugar un partido". Ahora los estudiantes tienen la oportunidad de salir al campo y aprender en la vida real. "Tenemos la oportunidad de que los alumnos sean realmente competentes", añade. Según Collantes, tomando como referencia la taxonomía de Bloom, "con la anterior ley nos quedábamos en los niveles más bajos, es decir, en el conocimiento, y con la LOMLOE llegamos a los más alto, a crear".

¿Cómo se enseña por competencias?

Aquí viene el trabalenguas de la reforma educativa. En el modelo tradicional había programaciones que a su vez estaban divididas en unidades didácticas (los contenidos). Ahora esas unidades didácticas han sido sustituidas por las "situaciones de aprendizaje", que son la pieza central de la LOMLOE. ¿En qué consisten? "Se trata de desarrollar tareas relacionadas entre sí para llegar a un fin último", define Ricardo Saavedra. Es decir, y poniendo un ejemplo de su campo, Lengua Castellana y Literatura, en una clase tradicional, Saavedra explicaría las características de la literatura realista, daría sus autores, pediría a sus alumnos que analizasen textos y finalmente los examinaría.

Con la nueva forma de enseñar, el proceso es muy diferente: "Primero les explicaría brevemente las características del realismo y les pediría que las identificasen en textos. Después, les pediría que lo llevasen a su entorno cercano, que cogiesen un lugar donde vivan y hagan una descripción realista. A continuación, que realicen un guion cinematográfico y grabar un vídeo. Y por último que presentasen su videodescripción realista y literaria cercana". Es una suma de actividades en las que hay contenidos, análisis, lectura, escritura, corrección de escritura, vídeo, comunicación oral...

En un escenario ideal, la LOMLOE pide que las situaciones de aprendizaje se lleven a cabo en combinación con otras materias. Sin embargo, eso en Secundaria y en Bachillerato, etapas en las que cada profesor imparte una asignatura, es muy "difícil". En Primaria es más sencillo. "Estamos acostumbrados a trabajar como si fuésemos islas y hay que romper con la barrera de áreas", dice Alejandro Collantes. Eso es al menos lo que hacen en su centro. El director del CRA Lena pone un ejemplo de proyecto adaptado a Primaria y que llevarán a cabo en el segundo trimestre, llamado "hospital rural", que consta de diferentes situaciones de aprendizaje en las que se mezclan áreas. Una de ellas se llama "Dando caña al microscopio" y consiste en que los alumnos vayan haciendo diferentes tareas, utilizando la gamificación y la investigación, para llegar a un producto final: la elaboración de una maqueta de una célula vegetal y animal, que tendrán que presentar en clase. "Volviendo a la taxonomía de Bloom, empezamos en el conocimiento y llegamos al nivel máximo de crear, y utilizando las ciencias naturales, la lengua, las matemáticas...", detalla.

Una metodología clave para desarrollar las situaciones de aprendizaje son los proyectos, a los que los colegios asturianos deben dedicar desde este curso al menos el 20% de su horario lectivo, según el currículo asturiano. Aunque el Principado no fija ningún porcentaje para los institutos, sí que recomienda hacer proyectos en Secundaria y Bachillerato. Los profesores subrayan que el nuevo aprendizaje no es incompatible con hacer exámenes.

Falta de formación

Ese es el gran problema en estos momentos. Muchos profesores nunca han trabajado por competencias y la ley se ha implantado "de golpe", según denuncian. Sobre ello reflexiona Inés Fombella, investigadora del departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo. "Se está implantando una ley a la vez que se forma al profesorado en ella y se le pide las programaciones basadas en un sistema nuevo que aún no se ha probado, sin haber tenido tiempo para construir esa nueva forma de abordar el currículo", dice. "Sería menos complicado –añade– si se hubiese formado previamente al profesorado capacitándolo para este cambio, si se le hubiese dejado tiempo para poder familiarizarse con los nuevos elementos del currículo, para poder poner en práctica nuevas formas de trabajar, para probar, ensayar, corregir...".

Según datos de la Consejería de Educación, los cursos de formación han llegado a 3.000 docentes. Hay más de 15.000 profesores en Asturias, por lo que el departamento de Lydia Espina ya ha anunciado que reforzará la formación. Para Inés Fombella, las situaciones de aprendizaje son el aspecto "más novedoso" de la LOMLOE. "Parecen proporcionar un marco más flexible y de mayor autonomía para que el profesorado genere propuestas didácticas en las que se desarrollen destrezas, habilidades, competencias, donde pongan en juego los saberes básicos... Sin embargo, sin una formación adecuada, sin un tiempo de prueba y adaptación, es complejo llegar a entender y dominar sobre la marcha su funcionamiento", comenta.

¿Cómo se evalúa por competencias?

Esa es otra de las batallas de este curso y sobre las que hay muchas dudas. Hasta este 2022, ponerle nota a un alumno era muy fácil. Se hacía una media de todas las calificaciones del estudiante (exámenes, trabajos y comportamiento, por ejemplo) y listo. Ahora, el proceso es realmente complejo y es fácil perderse en la terminología. Así que atención. "Por cada materia hay unas competencias específicas. En el caso de Lengua son diez. A su vez por cada competencia hay varios criterios de evaluación, que tienen que contemplarse en cada situación de aprendizaje. Por ejemplo, un criterio de evaluación sería la comprensión de textos descriptivos realistas. Y por ello les pongo una nota", detalla Ricardo Saavedra. La complejidad está en que por asignatura puede haber más de veinte criterios de evaluación. De ahí sale la calificación de la materia, que debe ser cuantitativa. Ya no hay notas numéricas, salvo en Bachiller, sino insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. "Eso no significa que en determinadas actividades usemos números, pero sí la nota que llevan los alumnos en su boletín tiene que ser cualitativa", precisa.

Ahí no acaba todo. Al final del curso hay que entregar a cada alumno lo que se llama el perfil de salida, en el que aparece si ha superado o no las competencias clave. "Las competencias específicas de cada materia están a la vez conectadas con las competencias clave que han de trabajarse en todas las áreas", menciona Saavedra. La LOMLOE establece ocho: la comunicación lingüística; la plurilingüe; la matemática y en ciencia, tecnología e ingeniería; la digital; la personal, social y de aprender a aprender; la ciudadana; la emprendedora; y en conciencia y expresiones culturales. Cada una de ellas lleva una calificación diferente: iniciado, en proceso, adquirido y adquirido plenamente.

Promoción y titulación

Es otro aspecto muy controvertido. Aunque la Consejería de Educación insiste en que con la LOMLOE no habrá aprobado general, hay muchas voces críticas que defienden lo contrario. Sobre el papel, la norma dice lo siguiente. Respecto a Primaria, la promoción es automática en los cursos impares y se decidirá por consenso del equipo docente en los pares. Esto quiere decir que los estudiantes solo pueden repetir (llegado el caso, porque es algo "absolutamente excepcional") en 2.º, 4.º o 6.º. En cualquier caso, solo se puede repetir una vez por etapa.

Por su parte, en Secundaria los alumnos podrán pasar de curso sin límite de suspensos. La adaptación autonómica a la LOMLOE recoge que los estudiantes promocionarán de forma automática con hasta dos asignaturas pendientes y con más si así lo acuerda el equipo docente, y sin importar las materias que son. Hasta ahora, no se podía pasar de curso si algunas de las no superadas eran Matemáticas o Lengua. Por último, en Bachillerato se podrá titular con un suspenso "de manera excepcional" y cumpliendo una serie de requisitos entre los que destaca tener una media superior a 5 en el resto de asignaturas.

Los defensores del modelo competencial no encuentran motivos para que se enciendan las alarmas. "El porcentaje de aprobados va a mejorar –de hecho, eso es lo que busca en último término el Gobierno para equipararse con el resto de Europa–, pero a mí eso no me importa si los alumnos van a aprender más y mejor", opina el profesor del Instituto de Tapia de Casariego. "La evaluación de antes no era real. Un alumno podía sacar un notable en Lengua y luego fallar en competencias básicas", manifiesta Alejandro Collantes.

¿Los jóvenes saldrán mejor formados?

Ricardo Saavedra lo tiene claro: "Por supuesto que sí. Llevo diez años trabajando por competencias y tengo pruebas sobradas de que los alumnos salen siendo más competentes, y teniendo un conocimiento más amplio, rico y conectado con el mundo actual". "Es un cambio necesario, aunque hay que hacerlo poco a poco, sin prisas", agrega. Alejandro Collantes, tutor de 5.º y 6.º en el CRA Lena, niega eso de que "cada vez exigimos menos". "No estoy nada de acuerdo. Las generaciones anteriores memorizábamos contenidos y luego no nos acordábamos de nada. Y eso no sirve. Ahora los alumnos serán competentes de verdad", menciona.

Más cambios

Los contenidos pasan a llamarse saberes básicos, vuelven los ciclos (las agrupaciones de dos cursos), se pueden juntar varias asignaturas en una (los ámbitos), regresa el programa de diversificación en la ESO y hay baile de asignaturas. Inglés gana peso y entra por primera vez en tres años. En Primaria suma una hora semanal. La LOMLOE también apuesta por la salud y aumenta en media hora a la semana Educación Física en los dos últimos cursos de Primaria. Se implanta Valores Cívicos y Éticos en 6.º, con dos sesiones semanales de 45 minutos. Religión sigue con el mismo horario en Primaria (dos horas a la semana), pero sus calificaciones no cuentan para el expediente académico y deja de tener asignatura espejo. Tiene una alternativa (llamada Atención Educativa), pero tampoco será evaluable. En Secundaria Valores Cívicos y Éticos entra con dos horas semanales en 3.º de la ESO a costa de reducir Geografía e Historia e Inglés, se introducen Digitalización, y Formación y Orientación Personal y Profesional en 4.º, y se contempla Filosofía como optativa también en 4.º. En Bachillerato, las modalidades pasan de tres a cinco. El de Artes se parte en dos: Artes Plásticas, Imagen y Diseño, por un lado, y Música y Artes Escénicas, por otro. Y se crea el Bachiller General, con asignaturas del resto de ramas y algunas propias, como las Matemáticas Generales. En Asturias funciona en 26 de los 72 centros públicos de Educación Secundaria existentes en la región, con un total de 211 estudiantes.

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