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La literatura de Asturias vive su momento más fantástico

Más de una veintena de escritores del Principado publican con asiduidad novelas y cuentos de fantasía al calor motivador del éxito de Harry Potter, el cine de los superhéroes o las sagas de fantasía épica, con un cambio de paradigma: ahora, lo popular es friki

La literatura de Asturias vive su momento más fantástico

La literatura asturiana es fantástica. No es una afirmación banal: lo certifica la consolidación en las letras del Principado –en castellano y asturiano– de un batallón de activos creadores de distintos estilos pero unidos por un hilo bien visible: la fantasía en todas sus vertientes como escenario narrativo. La imaginación, al poder. Y los frikis, fuera del gueto. Y, luego, que cada cual se las componga para atraer lectores a sus propuestas. Este boom literario ya tiene, incluso, su tertulia semanal en Oviedo con autores ya publicados –o a punto– y cuentan con su propia cita anual: Gijón acogió el 17 de diciembre la primera convención autores y editoriales del género fantástico de Asturias. Se llama AsturCon.

Y uno de sus promotores, Adrián Carbayales –autor de "La Rexenta contra Drácula", toda una declaración de principios y puñales–, apunta algunas razones para esta eclosión de un género muy especial: "Bueno, creo que en Asturies se da la conjunción de dos movimientos. Uno es global, y es el éxito de la fantasía a nivel mundial. La saga de Harry Potter, las películas de superhéroes… el friki ya no es un marginal porque, digamos, hemos ganado la batalla cultural. Ahora, lo popular es ser friki". "Esto puede explicar", añade, "la aparición de una hornada nueva de autores en castellano, como pueden ser Dam Fernández, Dani Sierra o Yosune Álvarez".

Por otro lado, en el Principado se da un fenómeno particular: "La reacción al que era el estado de la literatura en asturiano, por parte de una generación nueva de escritores denominada ‘L’Espardimientu’, que criticamos el elitismo, la caída en lo extravagante, el alejamiento del público y la dependencia de las subvenciones y los premios de gran parte de la literatura del Surdimientu, y vemos en la fantasía y la literatura popular una manera de llegar a un público alfabetizado en asturiano, pero al que no le interesa lo que se publicaba hasta ahora". Carbayales es con Xon de la Campa y Dam Fernández los "Lord Protectors" de AsturCon y también está detrás de la tertulia ovetense "L’Aruelu".

«Las nuevas generaciones que han mamado el fantástico desde la infancia han crecido y han creado masa crítica», según Rodolfo Martínez

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Rodolfo Martínez (Candás, 1965) es uno de los autores más veteranos y venerados. Y premiados. Tiene más o menos claro por qué explota este "boom". "Creo que era inevitable que, antes o después, pasara. Las nuevas generaciones (que han mamado el fantástico desde la infancia en cómics, programas de TV, videojuegos, novelas juveniles...) han crecido y han creado masa crítica. Un porcentaje de ellos, además, tienen inquietudes creativas y deciden escribir. Unamos a eso el hecho anómalo de que en asturiano se publica mil veces más poesía que narrativa, y que la mayor parte de la narrativa que se publica tiende a ser ‘trascendente, seria y muy profunda’; una anomalía, a mi entender, causada por una política de subvenciones donde prima más ‘hacerse la foto institucional con el libro’ (para eso siempre queda mejor la poesía) que publicar algo que realmente interese a los lectores".

Los jóvenes que hablan y leen en asturiano, afirma, "y tienen querencia por el fantástico se encuentran con que apenas tienen nada de ese género en asturiano. Era cuestión de tiempo que, antes o después, surgieran autores que supliesen esa carencia y editores dispuestos a publicar a esos autores".

Por arriba a la izquierda, Dam Fernández, Lluis Aique, Valeria Montes; en el centro, Adrián Carbayales, Yosune Álvarez, Nicolás Bardio; en la fila de abajo, Dani Sierra, Rodolfo Martínez y Solinca Turbón.

Su interés por el género nace en la infancia, "primero a través del cómic (sobre todo el de superhéroes de Marvel y, en menor medida, DC), luego a través de la literatura por mi padre (lector de ciencia ficción, que me pasó mis primeras lecturas en ese género) y luego, por supuesto, a través del cine y la televisión. El estreno de ‘La guerra de las galaxias’ en 1977 es el detonante que me lleva a empezar a escribir. Y hasta hoy".

Nicolas Bardio (Oviedo, 1987): explica que "los escritores de fantasía hacemos un esfuerzo consciente en escribir para la gente y no para el ego y el individualismo, sino pensando en los lectores y en adaptar nuestra propia obra (en las temáticas, en la extensión, en el tono...) a lo que entendemos que el público puede demandar y querer. Dam Fernández, autor de ‘El roble azul’, escribe pensando en sus hijas y en niños de esa edad; Adrián, Andrés y yo solemos pensar en cómo adaptar nuestras novelas a un lector que tiene una escolarización en asturiano bastante precaria y en cómo llegar a él. Xon de la Campa busca hacer portadas que conecten. Hacemos las cosas ‘de abajo arriba’ y no de arriba abajo".

Y eso "es otro punto clave a la hora de entender este éxito. Más que nada porque aquí, los últimos 40 años y salvo unas pocas excepciones, las cosas se han hecho desde arriba hacia abajo. La novela era el producto de una individualidad, de unos sentimientos, de unas vicisitudes individuales que el escritor plasmaba en la hoja y llevaba a publicar. Nosotros lo que decimos, amablemente, es que ‘eso nos aburre’. Lo que queremos es leer historias con las que pasarlo bien, historias que nos sorprendan, que nos hagan devorar el libro. Creo que el mayor rasgo común de los escritores asturianos, por lo menos de los que escribimos en asturiano, eso que llamamos ‘el espardimientu’, es que nos vemos y compartimos esa ‘enmienda al surdimientu’".

Porque el surdimientu, recuerda, "y sobre todo el segundo, fue un ‘periodo de excepción’ a la hora de tratar los temas fantásticos: Xosefa Xovellanos, Xuan María Acebal, Pepín de Pría, Antón de Marirreguera, Fabricio, Teodoro Cuesta, Bernaldo de Quirós o Antonio Balvidares hablaban ya de cuélebres, de xanes, de trasgos, del nuberu y de los mouros. ¿Qué pasó? Pues que nos secuestraron la tradición. Estamos recuperando una temática histórica de la literatura asturiana, pero con formatos actuales que lleguen a la gente como es la novela".

La literatura de Asturias vive su momento más fantástico

Xon de la Campa opina que el "boom" "tien muncho que ver col gotéu continuu de grandes fitos nesi terrén de los caberos venti años. L’apaición de los llibros de Harry Potter, les películes del ¡Señor de los Aniellos! Si a too eso-y sumes, que de dalguna manera, n’Asturies, vivimos colo fantástico y lo máxico dende neños pol papel que xuega la mitoloxía asturiana na nuesa etapa escolar (llibros pa neños, canciones, actividaes, antroxos con temátiques mitolóxiques) creo que yera cuestión de tiempu que ‘lo fantástico’ dominase la lliteratura adulta".

"El rasgu común", asegura, "ye precisamente esi, el fechu que los escritores de güei quieren facer una lliteratura fantástica adulta, les más de les vegaes, garrando elementos o conceptos completos de la tradición asturiana. Y otres, trayendo conceptos foranos p’Asturies y xuntalo colos nuesos. Toi pensando agora en ‘La Rexenta contra Drácula’. Yo, divídome a partes iguales ente la fantasía y la ciencia ficción. La primera, l’interés surde de la llectura de ‘L’Hobbit’ de Tolkien, pero tamién fantasía más humorística como William Goldman (’La princesa prometida’) o Terry Pratchett y so Mundodisco. Ensin escaecer la fantasía adulta, mui adulta de G RR Martin".

Orígenes: "Na ciencia ficción fueron los cómics de superhéroes, les pelis de ‘Star Wars’ y la serie de ‘Star Trek Next Generation’ los que me llevaron a lleer a Asimov, Clark, Wells".

«Es una forma de contar la realidad de nuestro mundo desde otro plano, más creativo y libre», afirma Valeria Montes

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Valeria Montes (Siero, 2001) supone que "la literatura fantástica se ha ido ganando su espacio con el tiempo: es también una forma de contar la realidad de nuestro mundo desde otro plano, más creativo y libre. Creo que ahora hay una ‘moda’ de la fantasía en todas partes en general; tal vez por el deseo de escapar de la realidad. Mi interés por la fantasía viene desde siempre, dado que de pequeña mi pasatiempo favorito era inventarme mundos imaginarios donde soñar despierta, mundos en los que todo era posible y existía la magia. Supongo que nace de la necesidad de escapar de la realidad, que a veces resulta muy aburrida y deprimente, y sumergirme en otro mundo".

Por la izquierda, José Ángel Gayol, Abel Martínez, Adrián Carbayales, Nicolás Bardio, Andrés Fernández, Ana Pereira, Álvaro Cayetano y Nel de la Campa, en la tertulia «L’Aruelu», que celebran los viernes en Oviedo. | Fernando Rodríguez FERNANDO RODRIGUEZ

Una manera de "huir" hacia un lugar "donde puedo ser verdaderamente feliz y donde nadie me juzga. Mis referentes son en especial JK Rowling, ya que Harry Potter fue una saga que marcó mi infancia, y Stephen King, al que adoro y del que he aprendido un montón. También Elisabetta Gnone, autora de ‘Fairy Oak’; Michael Ende (‘Momo’ y la ‘Historia Interminable’, en particular) y Michael Crichton (‘Parque Jurásico’)". Dam Fernández advierte que es "una situación difícil de analizar desde un punto de vista único, no hay un factor concreto, sino que es una combinación de muchas pequeñas cosas que ha creado un ecosistema muy adecuado para desarrollar la literatura fantástica. No es que, de repente, haya aparecido un superventas en Asturias, o que la inversión de alguna editorial importante se haya disparado".

Por un lado, explica Fernández, "hay que recordar que ‘caminamos a lomos de gigantes’. Personas que llevan haciendo un trabajo increíble para que la fantasía (y entiéndase fantasía como cualquier género especulativo, desde la ciencia ficción a la fantasía clásica, utopías, distopías...) crezca y se asiente en Asturias. Vicente García Oliva, por ejemplo, fue muy influyente para los lectores asturfalantes, o en castellano tenemos a Rodolfo Martínez. También la impronta del festival Celsius, que lleva más de diez años trayendo a Avilés a los autores más importantes de fantasía del mundo: George RR Martin, Joe Abercrombie, Brandon Sanderson...".

Asturias, un paraíso inspirador por su mitología y tradiciones

Libros asturianos

Dani Sierra argumenta que «son varios los factores que han impulsado este ‘boom’. Algunos comunes a otras comunidades, como puede ser la tremenda acogida de productos audiovisuales de este género en los últimos años y que ha hecho que ‘los de la fantasía’ no seamos vistos ya como unos frikis. En Asturias tenemos la suerte de vivir en un lugar lleno de tradiciones ancestrales y una rica y cuidada mitología que llama a explorar su magia y crear, algo que siempre se ha hecho.

El rasgo diferenciador con respecto a años atrás es la irrupción de nuevas editoriales, como Orpheus Ediciones Clandestinas, que han sabido ver el potencial de este torrente creativo y han decidido apostar por el género y por sus nuevas voces; también el Festival Celsius232 que año tras año nos da una tremenda visibilidad o la recién creada AsturCon». No recuerda un momento de su vida en el que «la fantasía o la ciencia ficción no hayan estado acompañándome. En cuanto veía una espada o una nave espacial ahí estaba yo con los ojos como platos. Luego, muy pronto, llegó Tolkien y se abrió ante mí un mundo alucinante y gigantesco que no me canso aún de explorar. Fue mi primer maestro». Lluis Aique considera difícil saber «el porqué d’una tendencia o moda. Nun planu más xeneral, pue dicise qu’en tiempos de crisis la xente necesita escapar d’una realidá que pue abultar gris, vulgar, deprimente, agresiva. El xéneru fantásticu pue suponer una realidá alternativa a la qu’escapar y cola qu’entretenese, una realidá alternativa qu’ofrez épica, maxa y códigos morales más altos. Y ta claro que la realidá política y socioeconómica asturiana lleva décades enllamuergada na vulgaridá, l’autoodiu, l’individualismu, la decadencia y el complexu d’inferioridá. Nun tien que chocar que los y les asturianes quieran abellugase nuna realidá que ye siempre más noble». Si a esto «xuntamos l’apaición d’una editorial como Radagast, centrada nel terror, la fantasía y la ciencia ficción tanto en castellán como, mayoritariamente, n’asturianu, igual podemos desplicar la medría d’estos xéneros n’Asturies». Yosune Álvarez cree que «la fantasía habla de lo posible, crea mundos donde los personajes son y pueden hacer muchas cosas y esa perspectiva es muy interesante y ofrece opciones infinitas. Y como lectoras, nos estamos dando cuenta de que el género fantástico también puede tratar los grandes temas de la literatura con la misma calidad y seriedad que otros géneros literarios, así que las autoras nos atrevemos a publicar y las editoriales también apuestan mucho por la literatura fantástica. Hasta hace muy pocos años, si querías leer novelas de fantasía tenías que buscar los títulos en las editoriales especializadas y el que ahora casi todas tengan varios títulos fantásticos y de ciencia ficción significa que ven el potencial y no se equivocan.

Se lee literatura fantástica porque hay muy buena literatura fantástica». Y por otro lado, «en Asturias tenemos una riqueza en imágenes fantásticas que aún tenemos que aprovechar. Toda la mitología asturiana, las leyendas que se cuentan en los pueblos, las historias de las abuelas y toda la riqueza oral que escuchamos de pequeñas es material para crear y estamos empezando a ganar en seguridad para narrar también desde ahí. Nuestro bagaje cultural también es una fuente para esas historias que contamos o que están todavía por contar y nos hemos dado cuenta». La editora Nieves Penela recuerda que el género de fantasía cuenta desde hace años «con muy buenos lectores en Asturias, así que es lógico que comiencen a despuntar nuevos escritores y talentos en Asturias. En Orpheus tenemos ya un puñado de autores y autoras –como Franco Torre o Valeria Montes– y conformamos un espacio en el que se relacionan y surgen nuevas ideas». Solinca Turbón, que ha terminado una antología de cuentos heterogénea con temas mitológicos y paranormales, considera que el «boom» va acorde con los tiempos «y no es un fenómeno local, es algo que, por alguna causa, está ocurriendo globalmente. No hay más que fijarse en la temática de muchas series y películas presentes en plataformas con mucho más nivel de consumo que la literatura que es, por desgracia, bastante más minoritaria. En el caso de la literatura asturiana, creo que además de lo anterior, está siendo decisiva la apuesta y el esfuerzo que están haciendo algunas editoriales e incluso la nueva creación de premios específicos de esta temática, como por ejemplo el que ofrece la editorial Radagast.

Esto siempre es un incentivo a la hora de crear». Su interés nace «desde que era muy joven. Me encantaban las obras de Michael Ende hasta que descubrí a Tolkien, quien se podría decir que se convirtió en mi principal referente y en mi autor favorito con mayúsculas. En mi caso, yo escribo de todo, desde poesía a narrativa y dentro de esta última, la fantasía es una más de las temáticas que toco, para nada es exclusiva, pero sí que puede decirse que, sin duda, es la que más disfruto tanto leyendo como escribiendo». Como cierre, una bibliografía selecta a la que hincar el colmillo: Nicolás Bardio (“Del Llau del Nigromante”), Andrés Fernández (“1809: Cartes de la Revolución de Trubia”), Adrián Carbayales («La Rexenta contra Drácula», Rodolfo Martínez (“La sonrisa del gato”), Dam Fernández (“El Roble Azul”), Valeria Montes («Las reliquias de Khronos»), Pilar Sánchez Vicente (“Operación Drácula”), Franco Torre («La Liga de los teclistas barbudos»), Dani Sierra («Leyendas de Abbisan»), Yosune Álvarez («Amazona»), Covadonga Ballestero (“El verde de los zombis”) o Casimiro Fernández, («Fort Paniceiros: una hestoria de la de mi’madre»).

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