Conquistar el Urriellu en pleno invierno: medio siglo de una hazaña

Ángel Ricardo de dos de los escaladores en pleno ascenso al Urriellu, el 7 de febrero de 1973.

Ángel Ricardo de dos de los escaladores en pleno ascenso al Urriellu, el 7 de febrero de 1973. / Franco Torre

Franco Torre

Franco Torre

"Desafío en el Naranjo". Este titular presidía la portada de LA NUEVA ESPAÑA en su edición del 8 de febrero de 1973, junto a una foto imponente de un grupo de escaladores avanzando por una rugosa pared del Naranjo de Bulnes. Era la primera escalada en invierno por la complejísima cara oeste del Urriellu, una gesta protagonizada por César Pérez de Tudela, José Ángel Lucas, Pedro Antonio Ortega "El Ardilla" y Miguel Ángel Gallego "El Murciano". Hubo un quinto protagonista de aquella gesta: el autor de la fotografía. Se llamaba Ángel Ricardo y, en su intento por lograr la instantánea, protagonizó su propio ascenso al Naranjo, en chirucas y guiado por un pastorcillo local. Ángel Ricardo falleció este pasado lunes, apenas unas pocas semanas después de que se cumpliese el medio siglo de aquella gesta compartida con el cuarteto de montañeros.

Ángel Ricardo en 2017

Ángel Ricardo en 2017 / JULIAN RUS

No era un reto fácil, y Gallego, Ortega, Lucas y Pérez de Tudela no fueron los primeros en intentarlo. La cara oeste del Urriellu es una pared vertical, con medio kilómetro de altura, y que presenta una dificultad suprema para los escaladores. El 21 de agosto de 1962, Alberto Rabadá y Ernesto Navarro habían logrado completar el primer ascenso con éxito por esa cara oeste. Pero aquel ascenso estival no había tenido réplica en invierno. Lo intentaron Francisco Berrio y Ramón Ortiz en el 69, con un trágico resultado: ambos fallecieron por un desprendimiento. Al año siguiente intentaron domeñar la montaña Gervasio Lastra y José Luis Arrabal, pero se vieron sorprendidos por una tormenta. Tuvieron que ser rescatados y Arrabal fallecería de neumonía tras una semana hospitalizado.

El intento del 73 se desarrolló en medio de una gran atención mediática. La presencia dentro del grupo de Pérez de Tudela, que había participado en los rescates del 69 y el 70, daba esperanzas de que ese intento podía ser el definitivo, y a los pies del Urriellu se congregaron todos los medios regionales y varios nacionales, entre ellos TVE y la agencia Efe. Mientras los escaladores preparaban su asalto a la montaña, en la base del Naranjo se disputaba una encarnizada batalla por lograr la mayor exclusiva en el refugio de Vega de Urriellu.

Conquistar el Urriellu en pleno invierno: medio siglo de una hazaña

Por la izquierda: Ortega, Lucas, Pérez de Tudela y Gallego. / Franco Torre

El asalto a la cara oeste del Urriellu se inició el 6 de febrero. Pérez de Tudela y Ortega lideraban la ofensiva. Les seguían Lucas y García Gallego, y tras ellos ascendía, portando todo el material, una tercera pareja: la formada por Fernando Martínez Pérez y Gervasio Lastra, que había protagonizado el intento fallido del 70.

Hay muchas incógnitas en torno al desarrollo del ascenso, y algunas versiones contradictoras. Según Francisco Ballesteros Villar, Lastra y Martínez Pérez cargaban con el material a cambio de que los otros pusieran cuerdas fijas para ellos. Todos debía reunirse en Tiros de la Torca, en el flanco derecho de la cara sur, para después acometer el tramo más complejo del ascenso. Pero, según parece, Pérez de Tudela habría lanzado una cuerda a Lucas para que evitase ese tramo, lo que habría enfurecido a Lastra. Melchor Fernández Díaz, que cubría la gesta para "La Voz de Asturias", desvela un factor clave: era sabido que Pérez de Tudela y Lastra no se llevaban bien. Entre ese episodio y la proximidad de un frente frío, Lastra y Martínez Pérez optaron por abandonar.

Conquistar el Urriellu en pleno invierno: medio siglo de una hazaña

La fotografía del ascenso tomada por Ángel Ricardo que protagonizó la portada de LA NUEVA ESPAÑA del 8 de febrero de 1973. / Franco Torre

Quedaban cuatro escaladores en la pared del Naranjo, y en Vega de Urriellu alguno se comía las uñas. Ángel Ricardo había sido enviado por LA NUEVA ESPAÑA a cubrir la noticia junto con el redactor José Manuel Vaquero. La espera, reconocería años después, le estaba matando: no estaba en nómina del periódico, era un colaborador, así que cobraba por foto publicada. Y mientras esperaba en el refugio perdía de hacer otros encargos en apariencia más jugosos. Así que se puso en acción: con la ayuda de Francisco Martín, un pastor de Poo de 18 años, inició su propia travesía hacia Vega de Urriellu. El camino era conocido, pero sumamente duro: Poncebos-Bulnes-Canal de Balcosín-Canal de Camburero-Jou Lluengu. Cinco horas de travesía para un montañero con cierta experiencia. Ángel Ricardo, en chirucas y portando un pesado objetivo tardó quince en subir y bajar. Cuando regresó traía unas fotos extraordinarias y la exclusiva de su vida: el cuarteto iba a coronar el Urriellu.

Ángel Ricardo llegó a Oviedo pasada la medianoche del 7 de febrero, cuando los escaladores descansaban en el Gran Diedro antes de acometer el último trecho. En la redacción de LA NUEVA ESPAÑA estaba Juan de Lillo, jefe de cierre, que al ver la potencia de las fotos ordenó parar la rotativa y levantó portada y dos páginas interiores para hacer hueco a la exclusiva. Esa misma mañana del 8 de febrero de 1973 en la que LA NUEVA ESPAÑA anunciaba la conquista de la invernal, los cuatro montañeros hacían cumbre.

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