La temporada en curso del automovilismo asturiano tiene toda la pinta de marchar por el mismo camino del pasado año. De momento la junta directiva de la FAPA, que preside Porfirio Iglesias, no ha mostrado el menor interés de subsanar ni uno solo de los errores cometidos en 2007, que fueron muchos y muy gordos. Pronto olvidan algunos aquellas frases tan románticas que sonaban a marcha nupcial en la asamblea, cuando el presidente hablaba de unidad, transparencia y fraternidad por el deporte. Está claro que la coherencia no es su fuerte y la propia FAPA comenzó la campaña 2008 organizando una pachangada automovilística en Gijón sin orden ni criterio, donde la seguridad y la legalidad de la prueba dejaban muchas dudas. Un añadido a la gala de campeones, donde no todos los pilotos que obtuvieron el título regional estaban convocados y donde se mostró una imagen que para nada se corresponde con la realidad del automovilismo.

Seguimos un año más sin tener un campeonato de solvencia en Karting, y la única aportación de la FAPA consiste en una foto de familia y regalar media licencia a los Campeones, mientras la cantera de kartistas se marcha a competir a otras territoriales para encaminar eficazmente su trayectoria deportiva.

El primer rally de la temporada volvió a dejarnos la imagen de un presidente al frente de la furgoneta de la FAPA o paseándose por los tramos luciendo un coche de determinada marca, algo que parece vital para esta junta directiva. Las amenazas surgen con mucha ligereza por parte del primer mandatario regional, como pudimos apreciar en la asamblea anual con el tema de las licencias o en Tineo con las ambulancias. Y va siendo hora de que el presidente se dé cuenta de que él simplemente forma parte de la Federación, con derechos y obligaciones como todos los federados; que no le pertenece, ni es su cortijo particular.

Es normal que algunas organizaciones pongan límite a las inscripciones de una prueba, pero la FAPA debería exigir el control de las mismas con total transparencia, para evitar suspicacias. Una cosa es dejar participar a todo el mundo que cumpla las normas y otra muy distinta es quitar las ilusiones de los equipos más modestos, que tenían como única opción poder ganar el llamado grupo S, donde participaban todos los vehículos que habían perdido la homologación. En 2007 colaron de mala manera en este apartado a los coches del desafío «Peugeot Nacional» y este año añaden a la categoría de no homologados el grupo XA, donde militan coches de ultima generación y posibles grupo N, que cuestan en torno a los 70.000 euros. Tomadura de pelo a la que alguien debería poner freno.

Además mucho me temo que nos tiraremos otro año sin saber con seguridad qui;en lidera la clasificación regional en todas las disciplinas con versión oficial y cuántos son los pilotos que realmente participan en los distintos campeonatos de Asturias, hasta que alguien se decida a publicar la lista, ya que los caprichos son reiterativos en esta Federación y el perjuicio que ocasionen no parece afectarles lo más mínimos. De las verificaciones de vehículos que se hacen en algunas pruebas, mejor ni hablamos.

Aunque el presidente dice estar casando de las promesas de algunos políticos, los deportistas también están hartos de las imposiciones y falsas promesas federativas.