Una de las operaciones de mantenimiento más sencillas y que más repercusión tienen en la seguridad del vehículo es comprobar la presión de los neumáticos, único punto de contacto con la carretera. Se recomienda revisar la presión al menos una vez al mes y siempre antes de iniciar un viaje, para garantizar la seguridad y reducir el desgaste de los neumáticos y el consumo de combustible.