Tráfico lo tiene todo estudiado. Muchos conductores levantan el pie del acelerador cuando saben que van a pasar junto a radar fijo. No tiene mayor secreto: están indicados en las carreteras. Pero, una vez que los conductores los pasan, vuelven a pisar el acelerador, confiados en que ya no pueden ser cazados a una velocidad excesiva. Pero eso se ha acabado. Los agentes de Tráfico están poniendo en marcha una nueva táctica para pillar a este tipo de conductores: se trata de los radares "en cascada", un método que ya se ha ensayado la pasada Semana Santa y que va a suponer que se multe a miles de conductores.

Es fácil. Consiste en instalar radares móviles a relativamente escasa distancia de los radares fijos, con el fin de sorprender a los conductores que pisan el acelerador tras dejar atrás los cinemómetros que está anunciados. De esta forma han caído la pasada Semana Santa numerosos conductores. En Asturias hay una veintena de radares fijos, la mayoría en autovías o autopistas, sobre todo en los túneles. Todos están señalizados, de forma que los conductores tienen mucho cuidado de reducir la velocidad cuando pasan junto a ellos. De hecho, los radares fijos de Asturias son de los que menos recaudan en el conjunto del Estado español.

Con los radares "en cascada" se pretende concienciar a los conductores de la necesidad de respetar en todo momento los límites de velocidad, y no cuando se pasa junto a un radar fijo. Hay que decir, no obstante, la mayor parte de las víctimas mortales, el 80 por ciento, se registra en las carreteras secundarias, y no en las autovías y autopistas de la región. El número de fallecidos en las carreteras asturianas casi dobla a la cifra registrada a estas alturas del año en 2018. En concreto se han registrado nueve fallecidos en ocho accidentes mortales, frente a los cinco fallecidos que había el año pasado a 1 de mayo. Este mayor número de fallecidos es lo que ha hecho que la Guardia Civil de Tráfico incrementase los controles, tanto de velocidad como de alcohol y drogas, durante la pasada Semana Santa.Este mayor número de fallecidos es lo que ha hecho que la Guardia Civil de Tráfico incrementase los controles, tanto de velocidad como de alcohol y drogas, durante la pasada SemanaSanta. Este verano, los controles también serán más habituales durante este verano para impedir un nuevo incremento de la mortalidad en la carretera.