Mítico, llamativo, atractivo, espectacular, veloz y deportivo. Así es el coupé biplaza A 110 de la marca francesa Alpine propiedad del grupo automovilístico Renault. La versión Légende de la emblemática “berlinetta” cuyos orígenes se remontan a finales de la década de los sesenta del pasado siglo, rueda por las carreteras españolas presumiendo de estilo e impactando por su diseño.

Su fisonomía es una actualización de líneas de las versiones que nacieron hace más de 60 años y que cautivaron a los aficionados a los automóviles deportivos y mantiene las principales características de la primera versión que salió de los talleres de Dieppe, Normandia (Francia) en 1969.

El Alpine A 110 Légend es una de las versiones de este modelo y convive en la gama con el A110 Pure, A110 Légende GT, A110 S y A110 Color Edition 2020. Los precios abarcan desde los 58.500 a los 71.000 euros.

Todas las versiones tienen unas dimensiones de 4,18 metros de longitud por 1,79 metros de anchura y sólo 1,25 metros de altura. La carrocería de dos puertas es del tipo coupe biplaza y la disposición mecánica sitúa el motor en posición central transversal justo por detrás de los asientos de los dos ocupantes y por delante del eje posterior.

Equipado con un motor de 4 cilindros turbo con culata de 16 válvulas que rinde 252 c.v. la potencia pasa al eje trasero a través de una caja de cambios automática de 7 velocidades. El capítulo prestaciones sitúa la aceleración de “0 a 100” en sólo 4,5 segundos y la velocidad máxima en 250 kms/h. En conducción normal resulta parco en consumo.

El A110 Légende es la versión más confortable del Alpine del siglo XXI con la tapicería en cuero y dos maleteros, uno posterior de 96 litros y el delantero de 100 litros.

Meterse, que no subirse, a un coche de 1,25 metros de altura pone al conductor en modo deportivo. En el habitáculo entran dos personas y punto. Al volante, todo está al alcance de las manos con un volante deportivo que alberga casi todos los mandos. No existe mando de la palanca de cambios que se sustituye por 3 botones, situados junto al pulsador de arranque y los mandos de los elevalunas y programadores/limitador de velocidad.

Al arrancarlo el sonido ya invita a pilotarlo. Además, casi en el centro del volante se encuentra la tecla que hace variar las prestaciones y que cambia varios parámetros del motor. El Alpine corre y lo hace de una forma muy equilibrada y segura. Veloz en el paso por curva, resulta fácil de conducir hasta en situaciones extremas con una zaga que desliza levemente y ayuda a negociar las diversas trazadas.

Frena muy bien ayudado por unos generosos discos de 296 mm. (ventilados delante) que van metidos en las llantas de 18 pulgadas que albergan neumáticos de 205 delante y 235 detrás.