Los concesionarios temen que a partir del uno de enero se produzca un importante frenazo de las ventas de coches. La razón es que un cambio tributario ligado con las emisiones de dióxido de carbono, y que entrará en vigor en esa recha, obligará a adaptar el impuesto de matriculación y hará que hasta el 85% de los coches que se venden en la región sean más caros.

Tal y como informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) "en enero de 2021, el Impuesto de Matriculación, que se basa en las emisiones de CO2, tendrá en cuenta las homologadas según el ciclo WLTP, que son más altas. Algunos coches cambiarán de grupo, con lo que subirá el tipo del Impuesto de Matriculación que se les aplica. Para un coche de 20.000 euros, esto supondrá pagar unos 950 euros más". "El Impuesto de Matriculación que pagan los coches nuevos se calcula como un % sobre el precio de venta. Ese porcentaje se fija por tramos, en función de las emisiones de CO2. Como estas emisiones están directamente relacionados con la cantidad de combustible que quema el coche, cuanto mayor sea su consumo, más alto será el tipo del impuesto. Estos son los grupos según las emisiones y el tipo de impuesto que se aplica", explican.

¿Cuánto puede subir?

Desde la OCU detallan cómo puede producirse esta subida en determinados modelos de vehículos. "Depende del tramo en el que se sitúa el coche con el método anterior y de su precio de venta. El incremento, lógicamente, se notará más en los vehículos más caros, mientras que a algunos no les afectará como el Nissan Qashqai, por ejemplo. Podemos ver su efecto sobre algunos de los modelos más vendidos o populares en su segmento:

  • Seat León TSI 110 CV.: pasará de estar exento al tramo que paga el 4,75%. Costará 817 euros más en su versión más barata.
  • Dacia Sandero 1.0 75 CV: también pasará de pagar el 0% al tramo que paga el 4,75%, con lo que costará 395 euros más en su versión básica.
  • Mercedes GLC 300d 4 matic: este modelo premium pasaría del tramo que paga el 4,75% al 9,75%, con lo que pagaría 2.212 euros más.

Por ello, si tiene pensado comprar un coche a corto plazo, infórmese de si va a subir el impuesto de ese modelo en concreto en enero para ver si le interesa adelantar la compra".

El comité ejecutivo de la patronal asturiana de concesionarios y talleres, Aspa, ha echado cálculos y asegura que para un vehículo con una base tributaria de 12.000 euros –de los modelos, por tanto, más económicos– “el impacto” sería de 570 euros; mientras que, para uno de 25.000 euros, el golpe alcanzaría los 1.200 euros. “Son subidas inasumibles y se verán, en su mayoría, repercutidas a los clientes”, resalta Salazar. Al final, el alza podría rondar el 5% del precio final. Todo esto se produce, además, en un contexto de declive de las ventas