Dos décadas después de que BMW decidiera rescatar este icónico vehículo y devolverlo al mercado con el lanzamiento de los modelos Mini One y Mini Cooper, el fabricante británico sigue renovándose con un restyling de la actual generación del modelo que afecta tanto a las versiones de 3 y 5 puertas como a la versión cabrio.

La novedad frontal está en la parrilla hexagonal con marco negro y una sección en el color de la carrocería, acompañada de un nuevo parachoques delantero, donde las antiguas luces de posición dejan paso a dos entradas de aire. Pilotos traseros “Union Jack”, nuevos colores de carrocería y llantas, y un novedoso techo multitono, entre otros, son los cambios estéticos.

Más ligeros han sido los cambios en el interior, donde destacan los asientos y volante deportivos, la reducción del uso de cromados en pro de superficies Piano Black y una pantalla multimedia que ahora es de 8,8”.

Bajo el capó se mantiene la misma oferta actual de eficientes motores de gasolina. De 3 cilindros y 1.5 litros, con 75, 102 o 136 CV y un consumo de 5,4 a 6,0 l/100km. Mientras que en 4 cilindros y 2.0 litros se ofertan potencias de 178 o 231CV con unos consumos ligeramente superiores. Todos van asociados de serie a un cambio manual de 6 velocidades, con opción de cambio automático de 7 relaciones para los motores de 102, 136 y 178CV.

El nuevo Mini ya está disponible desde 22.300 euros.