El pasado 11 de mayo entraron en vigor las modificaciones realizadas en el Reglamento General de Circulación, que establecen nuevos límites de velocidad de 20 y 30 km/h en ciudad, como explicamos en un extenso reportaje. Pero, ¿ya se están poniendo multas a los infractores? Y de ser así, ¿cómo se controla el nuevo límite de velocidad en las ciudades?

Por el momento, la Dirección General de Tráfico (DGT) no es partidaria de comenzar a sancionar ya a los incumplan esta norma, como anunció en un reciente encuentro digital el propio director general de Tráfico, Pere Navarro: “no somos partidarios de imponerlo a base de policía y radares, sino de convencer”. Eso sí, “conforme se consolide esta norma habrá una condena social para los incumplidores. La condena social es lo más importantes para que se consolide el cumplimiento de una norma”, añadió a continuación. Es decir, que de momento la DGT no pretende multar a los que incumplan con los nuevos límites de velocidad en ciudad, pero tras un tiempo prudencial se comenzará a sancionar. O en realidad se está haciendo ya…

En un entorno urbano es el ayuntamiento quien pone las multas, y según se ha visto en algunas fotografías que circulan por la red, pude que algunos consistorios ya estén utilizando radares para sancionar a aquellos que incumplan con la ley de los 30 km/h. Según manifestó el director general de Tráfico en el encuentro digital “si se trata o no de una prioridad para las policías locales es un tema municipal”, por lo que deja vía libre para poder sancionar ya o no a los ayuntamientos que lo crean necesario.

Aunque no es de extrañar que los ayuntamientos hayan comenzado a multar, si se tiene en cuenta la siguiente respuesta de Navarro ante una pregunta sobre el cambio de señalización de las calles: “El BOE establece cómo se debe hacer. Pero le digo, como haya un muerto por atropello por no haberse adaptado a la nueva normativa, el tema se complicará y pueden pedirse responsabilidades". Los ayuntamientos son los responsables de que se aplique la norma en su localidad, y ante una advertencia de tal magnitud es lógico que no sólo se apliquen en la colocación de señales, sino también en la imposición de multas por el incumplimiento de los nuevos límites de velocidad en las ciudades.

Como vemos la postura de la DGT es flexible en cuanto a empezar a poner multas ya a los que no respeten la nueva norma del código de circulación: por una parte dice que no es partidaria de comenzar a sancionar ya, pero asegura Navarro que la condena social es lo más importantes para que se consolide el cumplimiento de una norma; por otro lado deja la responsabilidad de sancionar ya o no a los ayuntamientos, mientras les dice que en caso de haya un muerto por atropello el tema se complicará y se pedirán responsabilidades. Lo que está claro es que ya se ha abierto la veda y se cuenta con un instrumento más para la recaudación, independientemente de los beneficios de la nueva norma para la seguridad vial.

Otra desventaja para el conductor, además de las multas, es que circular tan baja velocidad puede ser perjudicial para el coche, como mostramos en este reportaje.