El día de lluvia de ayer solo ha sido un paréntesis. Este tiempo, típico del otoño, se verá interrumpido a partir de mañana cuando el sol y el calor vuelvan a hacer acto de presencia. Y a mitad de semana, la región volverá a disfrutar de unas temperaturas propias del verano, que en algunos puntos del Principado alcanzarán casi los 30 grados de máxima.