Cándido Álvarez viajaba con su camión detrás del autobús siniestrado y fue de los primeros en prestar ayuda a las víctimas, entre ellas un amigo suyo al que reconoció por la voz y que falleció en el hospital de San Agustín. Hoy no podía contener las lágrimas en la concentración silenciosa celebrada en Avilés.