Langreo,

J. E. M. / M. Á. G.

Todos las pistas apuntan hacia C. M. B., pero no aparecen pruebas definitivas que le incriminen de forma rotunda en el caso del crimen de la peluquera. Después de tres semanas de investigación, los principales elementos inculpatorios son las contradicciones en la declaración del acusado y el testimonio del empleado de una gasolinera que le identificó tras reconocer que le había vendido una lata de gasolina en la noche en que desapareció Patricia Fernández Guzmán. La instrucción está a la espera de recibir los análisis de ADN de objetos hallados en el vehículo de C. M. B. -único detenido- y en el vertedero donde apareció la joven. Sin embargo, existen dudas sobre la capacidad incriminatoria de estos indicios. La propia fiscalía se mostró escéptica esta semana sobre la «trascendencia probatoria» de algunas de las diligencias que quedan pendientes.

Entre las pistas analizadas figuran elementos como botes de bebida y colillas hallados en el basurero ilegal. Este proceso se antoja complejo, ya que en la zona, frecuentada por parejas, existen numerosos desechos diseminados. El sumario de la investigación también cuenta con una goma de pelo, que pudo pertenecer a la víctima y que fue encontrada en el vehículo de C. M. B. Los cabellos del coletero también serán cotejados genéticamente, aunque -dado que la víctima y el detenido se conocían con anterioridad y todo apunta que mantenían relaciones esporádicas- la capacidad inculpatoria es dudosa. El principal sospechoso declaró que el vínculo con la víctima era de amistad, aunque diversos testimonios sostienen que habían mantenido un estrecho vínculo sentimental. Además, ambos eran camareros los fines de semana en el mismo pub de La Felguera.

Por otro lado, las pesquisas de la investigación también parecen haber hallado restos epiteliales en las uñas de varios dedos de la víctima, que no llegaron a calcinarse completamente cuando el cuerpo fue hallado quemado en un vertedero próximo al pozo Samuño. No obstante, la aparición de estos restos podrían deberse a su trabajo como peluquera.

Otra de las dudas se cierne sobre el resultado definitivo de la autopsia, que según los primeros indicios, no ofrecerá una hora concreta de la muerte, sino una franja estimativa. Por el momento, el relato del detenido incurre en varias contradicciones que ponen en duda su coartada. Además, pruebas documentales (dos tiques de compra de las gasolineras de El Entrego y Les Teyeres) revelan que tuvo tiempo suficiente para cometer el crimen. Sin embargo, no han trascendido testimonios que sitúen a C. M. B. en el lugar donde apareció el cuerpo. De momento, todos los indicios apuntan a C. M. B. como presunto autor del crimen, pero ninguno es rotundo.