Langreo,

P. C. / I. R. / L. M. D.

Tres testigos, todos ellos propuestos por la defensa del único detenido por la muerte de Patricia Fernández Guzmán, pasaron ayer por el Juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Langreo. Dos de ellos contaron al juez que estuvieron con el detenido en una calle de Sama entre «las 5.15 y las 5.30» de la tarde del día en el que se cometió el crimen, el pasado 13 de marzo. El tercer testigo, una amiga de la víctima, contó al instructor del caso «circunstancias personales» de Patricia Fernández.

José Carlos Botas, abogado defensor de C. M. B., apuntó tras asistir a las declaraciones que finalmente éstas habían resultado relativamente «intrascendentes» para el devenir final del caso, ya que no se contradicen con ninguna de las horas «claves» conocidas hasta el momento: entre las 18.00 y las 18.30, cuando el acusado afirmó haber estado en la peluquería en la que la joven trabajaba en Sama; entre las 20.30 y las 21.00, cuando un testigo sitúa al acusado comprando una lata de gasolina en El Entrego, y entre las 21.00 y las 21.30, cuando C. M. B. afirma haber estado en una gasolinera de Les Teyeres, con dos tiques que lo corroboran. Eso sí, los testimonios sirvieron, según Botas, para determinar que el acusado se encontraba en Sama el día 13 por la tarde.

Por su parte, la letrada de la familia de la víctima, Ana García Boto, declinó realizar comentarios sobre lo acontecido en el caso hasta el momento por «reserva profesional, al menos hasta que no se abra el juicio oral». Los tres testigos llegaron, junto a los letrados, a las 10.30 de la mañana al Juzgado de Sama. Salieron de él a las doce y cuarto.

El detenido por la muerte de Patricia Fernández Guzmán mantiene desde el primer día su inocencia. Permanece internado en el centro penitenciario de Villabona desde el 18 de marzo, cuando el juez encargado del caso dictaminó prisión provisional, acusándolo del crimen.