Langreo, M. Á. G.

El vandalismo sigue golpeando con dureza a Langreo sin que, por el momento, aparezcan soluciones para ponerle remedio. El último episodio de ataques contra el mobiliario público se vivió en la madrugada del pasado miércoles, cuando 21 contenedores y papeleras aparecieron quemados en La Felguera. En esta ocasión la Policía detuvo a una pareja como presunta autora de los hechos, pero muchas otras veces los culpables no llegar a ser identificados. El Ayuntamiento de Langreo abogó ayer por coordinar la acción de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil para mejorar los operativos de vigilancia contra el vandalismo. También solicitó un endurecimiento de las penas y sanciones con el objetivo de que este tipo de comportamientos «no queden impunes».

Así lo explicó Julio César García, concejal de Régimen Interior y de Policía Local. El edil apuntó que los daños de los contenedores perdidos ascienden a 8.000 euros. No es una novedad. Según las estimaciones de los concejos mineros, cada año se destinan en las Cuencas 300.000 euros de los fondos ordinarios municipales a reponer material y mobiliario urbano afectado por ataques vandálicos. «Es un problema sobre el que hay que actuar con determinación para que los culpables no se vayan de rositas. Habría que endurecer las sanciones y aplicarlas con rigor; muchas veces las personas que protagonizan este tipo de actos se declaran insolventes y los ataques quedan impunes, lo que puede alentar a otros a hacer lo mismo», argumentó el concejal delegado de la Policía Local de Langreo.

García reconoció las dificultades de localizar e identificar a los presuntos vándalos, ya que los ataques suelen producirse de madrugada. Sin embargo, explicó que una de las medidas pasa por «coordinar la labor de la Policía Local, la Policía Nacional e incluso la Guardia Civil». El problema del vandalismo será uno de los puntos centrales de la próxima Comisión de Seguridad, que integra a representantes de los diferentes cuerpos de seguridad del Estado y que se celebrará en mayo. «Hay que poner todos los puntos de vista en común para plantear las medidas que se pueden adoptar», indicó el concejal langreano.

Los presuntos autores de la quema de los 21 contenedores de La Felguera son D. A. F., de 35 años, y M. L. M. F., de 25. Las papeleras, bancos y farolas suelen ser los elementos más expuestos a este tipo de actos. Sin embargo, el verano pasado, el teatro de Sama fue víctima de un ataque vandálico que acabó con buena parte del patio de butacas y afectó a una parte del instituto.