Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Aparece un coche robado o un bar desvalijado. La Policía investiga los hechos y detiene al presunto culpable, casi siempre el mismo, que actúa solo o acompañado. El detenido declara ante el juez y queda en libertad por falta de pruebas. Ésa es la secuencia que ha seguido buena parte de los robos de vehículos y asaltos a establecimientos cometidos en la comarca del Nalón en los últimos meses. Desde principios del presente año, la Policía Nacional ha detectado un repunte de este tipo de delitos, que atribuye a un grupo de jóvenes de Langreo y San Martín del Rey Aurelio entre los que figura J. M. R. R., alias «Rey», que ya suma 29 arrestos. La última detención del joven se produjo el jueves, por los supuestos robos perpetrados en un supermercado y un despacho de abogados. La fiscalía es conocedora del caso, pero asegura que no puede actuar y pedir penas de prisión mientras no haya una base probatoria «sólida».

El Ayuntamiento de Langreo reclamó el pasado jueves a los fiscales la petición de penas más severas en los casos de reincidencia, ante la alarma social generada en la comarca en los últimos meses. Fuentes de la fiscalía no quisieron analizar esta reclamación hasta que se produzca por el conducto administrativo, pero sí analizaron el repunte de los robos y delitos, atribuidos por la Policía al mismo grupo de personas, y la respuesta judicial en este tipo de situaciones. «Hasta ahora no existe una base probatoria consistente; todo se basa en indicios y sospechas. Los presuntos autores niegan los hechos y no hay testimonios o evidencias que los incriminen», expusieron fuentes de la fiscalía que, sin embargo, precisaron que la investigación «sigue en marcha».

Por su parte, la Policía, tras informar de la última detención del «Rey», volvió a hacer hincapié en la jornada de ayer en la dificultad de frenar el repunte de robos y asaltos. «Llegar a neutralizar la comisión de este tipo de delitos resulta muy dificultoso, ya que el detenido en esta operación forma parte del grupo de jóvenes arrestados en días anteriores, y todos ellos están muy curtidos en este tipo de delitos. Han hecho del robo su modus vivendi, conocen perfectamente cómo eludir la acción policial y saben cómo actuar para no dejar indicios de su paso por los establecimientos que saquean», según indicaron fuentes policiales.

El «Rey» fue arrestado a principios de mes, junto a otros tres jóvenes y a una menor de 15 años, por el presunto robo de vehículos y el asalto a varios bares de Oviedo. El joven, de 19 años y natural de El Entrego, volvió a ser arrestado el jueves por otros dos robos cometidos en abril, en Langreo y San Martín del Rey Aurelio.

El robo en La Felguera tuvo lugar en un establecimiento de alimentación de la cadena El Arco, en la noche del 18 al 19 de abril, después de que el asaltante forzara una puerta metálica. Una vez dentro, rompió una cadena de seguridad que sujetaba la caja fuerte y se apoderó de ella. Según la denuncia presentada en la mañana siguiente la caja fuerte contenía unos 9.000 euros en metálico, diversas llaves, documentos y otros efectos. El asalto denunciado en El Entrego tuvo lugar en un despacho de abogados, durante el fin de semana comprendido entre el 25 y el 27 de abril. En esta ocasión, el asaltante se llevó 1.600 euros y documentación.

La investigación permaneció abierta. En la jornada del jueves, los agentes recuperaron la caja fuerte sustraída en el establecimiento de alimentación de La Felguera con indicios de haber sido reventada, en una casa abandonada cercana al domicilio de J. M. R. R. Al considerar que existían pruebas suficientes de su presunta implicación en los robos, la Policía detuvo, el mismo jueves, al «Rey». Con este último arresto, son ya 29 las detenciones que acumula en su historial el joven de El Entrego.

La Policía considera que el grupo al que pertenece el «Rey» está «especializado» en el presunto robo de coches de la marca Ford (de los modelos Escort y Orión) que son utilizados para realizar alunizajes en las puertas y lunas de bares y cafeterías. Este método se utiliza para penetrar en el establecimiento y apoderarse de la recaudación de máquinas tragaperras. En la imagen, estado en que quedó la cafetería de la estación de servicio de Riaño II tras sufrir un asalto por el sistema del alunizaje el pasado lunes.