Blimea, Elena PELÁEZ

Sus primeros recuerdos se guardan en trescientas fotografías antiguas, cincuenta entrevistas grabadas en vídeo a personas mayores de 65 años y recortes de diarios de principios del siglo pasado como «La Aurora Social», «El Nalón» o «La Prensa». Con estos fondos puestos a disposición del público y un largo trabajo de recopilación por delante fue inaugurado ayer el Museo de la Memoria de San Martín del Rey Aurelio (Mumemo).

El museo comparte espacio con la Oficina de normalización lingüística en la Casona del Bravial de Blimea. El Ayuntamiento eligió, como sede para recuperar la historia del municipio a través de los relatos y del material de los vecinos de mayor edad, «uno de los edificios más antiguos del concejo», que fue construido entre los siglos XIII y XIV. Todos los fondos disponibles han sido digitalizados y se pueden consultar en los ordenadores de las instalaciones o a través de la página web (www.mumemo.es). «Tiene carácter virtual y universal. Es un museo pequeño, pero también uno de los más grandes del mundo», aseguró la concejala de Cultural, Gema Suárez, en referencia a la posibilidad de consultar los documentos desde cualquier sitio que disponga de un equipo informático con conexión a internet.

La directora general de Política Lingüística, Consuelo Vega, que estuvo acompañada en la inauguración por el alcalde de San Martín, Ignacio Fernández, hizo un llamamiento a las aportaciones de los vecinos ya que su colaboración es esencial para que los fondos de este «museo infinito» aumenten. «Es un proyecto sin fronteras, importante para los asturianos, los que viven dentro y fuera de la región», indicó. El alcalde subrayó que la rehabilitación del edificio se inició hace ocho años. Y apostilló: «Es importante documentar la memoria de San Martín». La Oficina de normalización lingüística, que asesora sobre el uso del asturiano, prestaba anteriormente sus servicios en la Oficina de la Juventud. Su traslado trae consigo una ampliación del horario, ya que abrirá por la mañana y por la tarde. Ayer, aprovechando la inauguración, se presentó una guía sobre los topónimos del concejo, de la que se han editado 1.000 ejemplares que se repartirán por bibliotecas y otros equipamientos.

Museo de la Memoria y Oficina de normalización lingüística comparten el primer piso. La planta baja de la Casona del Bravial es un espacio polivalente para exposiciones, que se inauguró con una muestra de la indumentaria tradicional del grupo folklórico Blimea.