Langreo, L. M. D.

El desdoblamiento de la carretera de los túneles de Riaño, además de estar ejecutándose en dos tramos, estará dividido en dos fases distintas: la construcción de la nueva calzada, que se está llevando a cabo ahora, y la reforma de la actual carretera, unas obras que aún no han comenzado. Esta segunda fase sólo comenzará cuando concluya la primera, ya que será necesario canalizar todo el tráfico de la vía -unos 20.000 vehículos diarios- por la nueva calzada.

El director general de Carreteras, José María Pertierra, explicó que el cambio de calzada traerá consigo la reordenación del tráfico en el enlace de Riaño, lo que posiblemente «traiga más molestias» a los vecinos de la zona y a los usuarios del Hospital Valle del Nalón. «Estos cambios afectarán a una zona muy poblada, como es la de Riaño, que soporta además un tráfico intenso porque es zona industrial y por la existencia del hospital», indicó el director general de Carreteras, que aseguró que esta última fase de la obra se realizará «intensificando los trabajos para provocar cuantos menos molestias, mejor». Pese a esta advertencia, desde el Principado no se quisieron adelantar las fechas en las que será necesario realizar esta modificación del enlace de Riaño. «Tendremos que terminar completamente la nueva calzada, la parte derecha de la autovía, antes de llevar a cabo estos cambios. Sería prematuro decir en qué momento tendremos que acometer las modificaciones», señaló el responsable de Carreteras del Gobierno regional.

El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía apuntó por su parte que pese a las «dificultades técnicas» de esta obra los trabajos «se están desarrollando sin problemas». El consejero recalcó además que la nueva autovía «unirá el valle del Nalón con el área central de Asturias y con su entramado industrial».