El Entrego, L. M. D.

La empresa cartográfica Venturo XXI logró un crédito hipotecario de 600.000 euros para adquirir su sede a la compañía estatal Hunosa por 360.000 euros más IVA (382.500). La hipoteca cubrió el 156,8% de la operación. El ventajoso trámite se realizó en 2008, año en el que la compañía arrojó unas pérdidas de 1,78 millones de euros. El inmueble del antiguo pozo Venturo había sido tasado previamente en 3,5 millones de euros, por lo que lo que la compañía, según señalaron fuentes cercanas a la operación, incluso trató de obtener un crédito superior a los 600.000 euros. Ahora, Venturo XXI se encuentra concurso de acreedores, y 73 trabajadores podrían perder su empleo.

Tal y como precisaron fuentes al corriente de la operación, la compañía cartográfica dirigida por los empresarios extremeños Manuel y José Antonio Coronado Piñana habían apalabrado antes de implantarse en el pozo Venturo una opción de compra de las antiguas instalaciones mineras por valor de 360.000 euros más IVA. Este documento no pudo hacerse efectivo «por problemas administrativos» hasta marzo de 2007, nueve meses después de la llegada de Venturo XXI al valle de La Güeria, El Entrego. En verano de 2008, la firma encargó la tasación del inmueble y del aparcamiento. El informe arrojó un valor de 3,5 millones de euros. La opción de compra de 382.500 euros se hizo efectiva ese mismo otoño, tras conseguir un crédito hipotecario de 600.000 euros, 217.500 superior al precio de compra de las instalaciones.

El acondicionamiento del pozo Venturo se había llevado a cabo anteriormente gracias a una partida de 1,8 millones de euros de los fondos mineros para la creación de suelo industrial. Ni Hunosa, propietaria de los inmuebles, que se ha limitado a afirmar que en el concurso de acreedores «defenderá» su patrimonio, ni la Consejería de Industria del Principado, que remite a la empresa minera, han explicado porqué se cerró una opción de compra del inmueble inferior al valor de su rehabilitación. Venturo XXI está formada en un 51% por RTK Topografía (los hermanos Coronado), y en un 49% por la Sociedad Asturiana de Diversificación Minera (Sadim, sociedad de diversificación de Hunosa), la Sociedad Regional de Promoción (SRP) y Sodeco, sociedad de capital riesgo participada por el Principado

Sólo un mes después de que se concretase la adquisición de la sede y de su aparcamiento, Venturo XXI comenzó los trámites necesarios para realizar un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal, inicialmente previsto para 43 trabajadores y que tras las negociaciones con el comité de empresa acabó afectando a 33 empleados, que permanecieron cuatro meses en paro.

El crédito hipotecario que pesa sobre las instalaciones impide que la venta del inmueble sirva para reducir deuda con los trabajadores, la Seguridad Social y los principales acreedores de la compañía, entre los que se encuentran varias empresas del sector cartográfico cuyo futuro depende en buena parte del cobro de estas deudas. La sede de Venturo XXI pasaría a ser propiedad de la entidad financiera que acordó el crédito, que según apuntaron varias fuentes fue el Banco Popular.