El Entrego, L. M. D.

Venturo XXI se creó en 2005, tras recibir casi 1,2 millones de euros en fondos mineros, según la Consejería de Industria. Llegó a las Cuencas de la mano del por aquel entonces nuevo director del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), Víctor González Marroquín. El también presidente de la SRP mantenía relaciones con las empresas de los hermanos Coronado desde mediados de los años 90. Marroquín trabajaba en esas fechas en Intergraph, una compañía de ingeniería líder en el suministro de software especializado y maquinaria a empresas de varios sectores, entre ellos el de la topografía y la cartografía. Posteriormente, tal y como reconoció en una entrevista a este periódico Manuel Coronado, cuando Marroquín estuvo en Sadim (con Luis Tejuca de presidente de Hunosa), siguieron manteniendo contactos a través de la empresa Huso 29, que también realizó diversos trabajos para la Consejería de Infraestructuras del Principado.

Cuando Marroquín dio el salto desde Sadim al IDEPA (2004) fue cuando el Principado ofreció a los empresarios extremeños la posibilidad de sacar adelante un proyecto de empresa topográfica que llevaban un tiempo gestando. En la inauguración de las instalaciones de Venturo XXI en el valle de La Güeria (El Entrego), los promotores de la firma llegaron a hablar de generar hasta 250 empleos. Sin embargo, nunca se llegó a esas cifras. El máximo fue 124 trabajadores. Fuentes relacionadas con la compañía aseguraron además que Venturo XXI pagó prácticamente siempre a los 73 empleados que, como mínimo, debía mantener para no devolver los fondos mineros y el crédito «blando» de dos millones que le concedió Sodeco. El resto, según estas fuentes, eran contratados gracias a cursos y ayudas de la Dirección General de Formación, que durante el primer año y medio de vida de Venturo XXI dirigió Paloma Sainz, esposa de Marroquín.

A lo largo de este tiempo, la empresa Huso 29, realizó diversos trabajos conjuntos con Venturo XXI, adoptando la forma de unión temporal de empresas (UTE). Algunas fuentes aseguran que, por algunos de estos proyectos, sólo Huso 29 ingresó dinero. Esta compañía, al igual que Venturo XXI, entró este año en concurso de acreedores. La firma extremeña acumuló más de 10 millones de deudas con sus proveedores, trabajadores, entidades bancarias y con la seguridad social. Mientras las dos grandes empresas de los Coronado se ven abocadas al cierre, con casi 200 trabajadores viendo como su empleo se pierde, los hermanos siguen con su actividad empresarial. En diciembre constituyeron en Málaga otra compañía, Crecinter S.L., que carece de cualquier tipo de oficina de atención al público y que, según el registro mercantil, se dedica a temas de cartografía. Algunas fuentes apuntan que Crecinter S.L., pese a carecer de instalaciones, facturó pocos días después de su creación una cantidad importante a Venturo XXI.