Langreo, L. M. D.

El Principado de Asturias debe hacer frente a la ejecución de dos avales otorgados en 2009 a las empresas Alas Aluminium y Kerkus Metals. Estos avales, reclamados por el Banco Santander, tienen un valor de 9 millones de euros. Tanto Alas como Kerkus se instalaron en las Cuencas con ayudas de los fondos mineros y, pocos años después de su puesta en marcha, se encuentran sumidas en concurso de acreedores.

Según señalaron ayer desde el Principado, «ambas entidades avaladas incumplieron sus compromisos con sus acreedores, por lo que es el Principado quien debe ahora pagarlos al concederse los avales de manera solidaria». La Consejería de Hacienda y Sector Público destacó ayer a través de un comunicado que esta operación había sido aprobada por el anterior Ejecutivo regional pese a contar con el reparo de la Dirección General de Presupuestos «a la vista del riesgo que presentaba y la escasa viabilidad de las garantías ofrecidas». Además añadieron que se van a iniciar «actuaciones para depurar las responsabilidades de quienes han provocado esta ejecución por actuar negligentemente, ya que no tuvieron en cuenta las circunstancias desfavorables puestas de manifiesto en los informes previos».

El aval a Alas Aluminium se concedió el 22 de junio de 2009. En la resolución se indicaba que el Principado «responderá solidariamente con renuncia expresa a los beneficios de orden, exclusión y división por el importe máximo de 7.693.333 euros». También indicaba que Alas «como garantía frente al Principado constituirá una segunda hipoteca sobre la finca inscrita a nombre de Alas Aluminium. Asimismo, como garantía frente al Principado, en el momento de formalización del aval constituirá una hipoteca mobiliaria sobre los bienes muebles propiedad de la sociedad». El aval se confirmó pese a que los informes advertían de «que los datos contables desprenden una liquidez deteriorada (...), asimismo, se observa un incremento en el nivel de endeudamiento». El documento establecía que «el avance de resultados para 2009 muestra un claro empeoramiento de la situación económico-financiera de la empresa, el pasivo corriente supera en casi 10 millones el activo corriente, y las pérdidas acumuladas en el balance alcanzarán la cifra de 11.599.770 euros». Teniendo en cuenta estos datos, «las garantías que se aportarían al Principado son de difícil realización».

Por su parte, el aval a Kerkus Metals se aprobó el 28 de diciembre de 2009. Se valoró en 1.357.500 euros. Al igual que en el caso de Alas Aluminium -empresa con la que compartía varios socios y de la que dependía en gran parte para su actividad- los informes de la Dirección General de Presupuestos eran contrarios a la operación. «En nuestra opinión», señalaban los documentos, «la operación planteada supone un riesgo elevado».

Alas Aluminium, ubicada en Ciaño, comenzó a funcionar en 2005, y tan sólo seis años después, tras varios expedientes de regulación de empleo, entró en concurso de acreedores. De los 300 trabajadores que llegó a tener quedan tres en plantilla, que preparan su liquidación. Kerkus Metals, casi una filial de Alas, se encuentra en Baiña (Mieres) y su actividad arrancó hace tan solo cuatro años. Cuenta con una plantilla que ronda las 40 personas.