En estos últimos meses se vienen escuchando críticas hacia el Centro de Recuperación de la Fauna construido en el parque natural de Redes, concretamente en el municipio de Sobrescobio. Incluso el propio gobierno regional se ha sumado a esas críticas señalándolo como ejemplo de la , según ellos, nefasta política medioambiental y de la mala gestión de fondos públicos del anterior gobierno regional y afirmando que es una instalación inútil. Pues bien, desde Sobrescobio quiero romper una lanza en defensa de dicho centro.

Empezaré por recordar que estas instalaciones se proyectaron con la idea de cubrir el vacío que existe en la cordillera cantábrica donde no hay ningún equipamiento de estas características para la recuperación de la fauna salvaje. Este centro fue diseñado para acoger, tratar, recuperar y, en su caso, liberar a las especies que ingresaran en él siempre que fuera posible, para lo que cuenta con unas instalaciones extraordinarias. Se valoraría también la cría en cautividad de especies en peligro de extinción y realizarían labores de investigación sobre la fauna salvaje de toda la cornisa cantábrica. Además el Centro de cría en cautividad del Urogallo, actualmente en funcionamiento y parece que con excelentes resultados, complementaría todas estas funciones.

En el hospital no solamente se llevarían a cabo labores veterinarias y de investigación sino que las instalaciones se completarían con unos cercados exteriores que permitirían ver a los animales en estado de semilibertad desde unos miradores, lo cual resultaría enormemente atractivo para los visitantes y podría ser un revulsivo para el sector turístico del parque. Se contemplaba también el aspecto educativo no solo porque, con toda seguridad, iba a ser visitado por muchos escolares de Asturias y de otras comunidades vecinas, sino porque estaba previsto que estuviera en coordinación con la Universidad de Oviedo y su facultad de Biología así como con el campus de Mieres pues se podría ampliar su campo de actuación a la flora autóctona estudiando enfermedades como el chancro u otras que afecten a nuestros árboles por lo que el Centro de recuperación podría ser un lugar idóneo para completar la formación de técnicos de medio ambiente, biólogos, ingenieros forestales, veterinarios, auxiliares de veterinaria, guardas etc?con los mejores medios y en un entorno privilegiado.

En definitiva, este proyecto estaría llamado a ser un referente medioambiental no solo en Asturias sino en todo el Norte de España, colocando al parque de Redes en el lugar que le corresponde medioambientalmente hablando. En Asturias tenemos uno de los entornos naturales mejor conservados de la cornisa cantábrica y una gran variedad de fauna salvaje por lo que creo que deberíamos aprovechar la oportunidad de ser los primeros en poner en marcha un centro de estas características, antes de que otra región con menos méritos pero más ambición se nos anticipe. Deberíamos convertir la conservación y recuperación de la fauna en uno de los pilares de nuestra política medioambiental.

Tal vez el proyecto, como todos, sea mejorable pero ahora ya está ejecutado y los debates y las acusaciones mutuas no conducen a ninguna parte. Solamente sirven para dejar en punto muerto las expectativas que la apertura del centro generarían en el parque de Redes, en general, y en Sobrescobio en particular y, para abrir la puerta a otras entidades y otras comunidades autónomas más emprendedoras. En otras comunidades autónomas del centro y del sur de España ya funcionan con éxito hospitales similares así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, nada sospechosa por otro lado de «despilfarrar» fondos mineros, atendieron durante el año 2011 a más de 7.000 animales salvajes heridos. Por eso, más allá de cualquier consideración política quiero pedirle al nuevo gobierno del Principado, resultante de las próximas elecciones, que retome este proyecto tan importante para el Alto Nalón y para Asturias y que busque la financiación o los convenios de colaboración necesarios para que no se pierdan unas instalaciones ya construidas y que podrían ir poniéndose en funcionamiento por fases.

Insisto en que poner en funcionamiento el primer hospital de animales salvajes de la cordillera cantábrica permitiría dinamizar la comarca y convertiría a Redes en lugar de referencia para la acogida y la protección de la fauna en el norte de España y en un lugar muy atractivo para los amantes de los animales. Si no actuamos hoy, mañana veremos a muchos de los que hoy critican la inversión hecha en el centro de recuperación alabando la puesta en marcha de esta infraestructura en otra comunidad autónoma donde generará el desarrollo, la formación, el trabajo y el turismo que aquí no supimos aprovechar.