Pola de Laviana, M. Á. G.

Compañeros de IU y del PCE, familiares y amigos rindieron el pasado sábado un homenaje póstumo a Manuel Alonso, Manolín el de Llorío, el último maquis de las Cuencas, fallecido en septiembre de 2011 a los 93 años de edad. Como cada año por estas fechas, los amigos del ex guerrillero antifranquista se reunieron para celebrar el cumpleaños de Alonso, que nació un 25 de abril de 1918. En esta ocasión, Manolín el del Llorío ya no estaba presente, pero su memoria permanece muy viva a juzgar por las numerosas muestras de cariño expresadas en el homenaje.

Los actos arrancaron por la mañana, con el descubrimiento de una placa conmemorativa en las inmediaciones de la cueva del Rapusu, en el picu La Peruyera, próximo a El Condao, uno de los lugares que le dio refugio en su época de guerrillero y que el propio Alonso eligió para que descansaran sus cenizas.

Posteriormente tuvo lugar una comida en La Chalana que contó con la asistencia de familiares de Alonso y del coordinador regional de IU, Jesús Iglesias, entre otros. La ocasión fue aprovechada para proyectar un montaje audiovisual con algunas de las imágenes más significativas de la trayectoria vital del ex guerrillero.

Manolín el de Llorío era el último maquis de las Cuencas y combatió entre 1937 y 1945 (cuando fue capturado) en los montes asturianos. Alonso cayó preso en enero de 1945 cuando un «chivatazo» delató su posición. Fue capturado y condenado a muerte, aunque la pena fue conmutada. A cambio pasó dos décadas en diferentes cárceles del país.