El Entrego, E. PELÁEZ

Los vecinos del barrio entreguín de San Vicente reclaman al Principado que acometa de forma «urgente» las obras que impidan una nueva inundación. Hace mes y medio que el agua volvió a anegar una zona que acumula tres desbordamientos desde junio de 2010.

Desde entonces los afectados aguardan que se ejecute el proyecto que se ha comprometido a elaborar la consejería de Fomento. «La cosa va muy lenta y esta es una obra prioritaria», afirmó el presidente de la asociación de vecinos de San Vicente, Juan Moreno. «Ya van tres inundaciones y los vecinos temen que puede llover y ocurra una catástrofe», comentó.

El Gobierno regional ya ejecutó una obra en el barrio con el fin de terminar con las inundaciones, pero no solucionó el problema. El Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio anunció hace mes y medio, tras los últimos incidentes, que la Consejería de Fomento se pondría a trabajar en la búsqueda de una solución para los afectados. Los trabajos se centrarán en la modificación del aliviadero de San Vicente, culpable en esta última ocasión de las inundaciones en el barrio. Se bajará la cota del aliviadero por debajo de la altitud de San Vicente y se reubicará el desagüe aguas abajo, según informaron los técnicos municipales. De esta forma la evacuación de las aguas se realizará de forma natural.

Moreno señaló que los vecinos no pueden vivir con «incertidumbre» por lo que pide al Principado «agilidad». «Esperemos que este problema no quede en el olvido en medio de la campaña electoral». añadió.

Mauricio Berdiales, uno de los vecinos afectados por las inundaciones, pide al alcalde de San Martín, Enrique Fernández, que se ponga en contacto con la Consejería de Fomento para que se concluya el proyecto con celeridad. Las obras llevadas a cabo en 2011 para evitar las inundaciones consistieron en el encauzamiento del reguero que desemboca en el cercano río Nalón. Se instaló una canalización de 180 metros de longitud, con una sección de 800 milímetros, desde una cota de 30 metros de altura. El proyecto, que tenía un presupuesto de 220.193 euros, fue ejecutado por la empresa Tragsa.