Langreo, L. M. D.

Los colectivos de discapacidad representados ayer en la reunión de la comisión técnica creada para la puesta en marcha del centro Stephen Hawking de Langreo subrayaron ayer la necesidad de que el centro abra, porque las necesidades que impulsaron su creación «siguen vigentes». Las obras del Centro de Referencia Estatal para Personas con Graves Discapacidades Neurológicas, levantado en Barros, se encontraban a punto de acabar cuando sus constructoras entraron en concurso de acreedores y despidieron a sus plantillas a principios de mes de octubre. Desde entonces el centro se encuentra completamente paralizado.

La comisión técnica del Stephen Hawking se reunió ayer en Madrid. En el encuentro estuvieron representantes del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), del Ayuntamiento de Langreo y de las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León y Cantabria. En el encuentro se analizaron los informes presentados por la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym), la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace) y la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Adela), que subrayaron la necesidad de que se ponga en marcha el centro porque «las necesidades que lo impulsaron» en su momento «siguen vigentes».

El director general de Políticas Sociales del Principado, Jacinto Braña, explicó que en el encuentro se examinó además un borrador que recoge «algunos de los programas que podrían desarrollarse» en el Stephen Hawking, así como «aspectos de su puesta en marcha». El texto definitivo se cerrará en el mes de mayo, con las aportaciones de las comunidades autónomas. Braña confía en que este documento sea «el punto de partida» que sirva para ponerlo en funcionamiento «en el plazo más breve posible». «Sigue siendo un centro demandado por las personas con discapacidad que, sin duda, será un referente y contribuirá a mejorar la calidad de vida de estas personas», subrayó el director general de Políticas Sociales.

Las obras del centro de discapacitados de Langreo se paralizaron a principios del mes de octubre. Las dos compañías que formaban la UTE (unión temporal de empresas) adjudicataria de los trabajos entraron en concurso de acreedores y, como primera medida, decidieron despedir a toda su plantilla, incluidos los trabajadores que realizaban sus labores en Barros. Desde entonces los trabajos no se han readjudicado.