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Valnalón, fábrica de ideas

La ciudad tecnológica entregó sus premios del Semillero de Proyectos, que ganaron la plataforma de aprendizaje de español para chinos Huole Xi Yu y el centro de enseñanza alternativa Currusquinos

Ignacio Fernández y Jesús Laine, con el alcalde de San Martín, Enrique Fernández. Fernando Geijo

"Si se tiene una buena idea, hay que ejecutarla. Nuca sabes dónde te llevará". Quien así hablaba ayer en El Entrego era Pep Torres, inventor, emprendedor e impulsor del Museo de los Inventos y las Ideas de Barcelona (Miba), que ejerció como director de orquesta de la entrega de premios de la XII Edición de los Premios del Semillero de Proyectos de Valnalón. Los ganadores, compartiendo el primer puesto, fueron los proyectos Currusquinos (Gijón), un centro de aprendizaje de educación libre para niños de hasta 6 años, y Huole Xi Yu, una plataforma de aprendizaje de español para el mercado chino. También se reconoció el trabajo de la empresa LTA-Astur, que ha desarrollado una pistola láser que puede sustituir a las de paintball, y que tiene previsto abrir una sala para jugar en Oviedo.

La XII Edición de los Premios del Semillero de Proyectos de Valnalón contó, en principio, con las 183 iniciativas que, a lo largo del año pasado, se desarrollaron e impulsaron en Valnalón. De entre todos ellos se seleccionaron diez finalistas, que en un acto celebrado ayer en el edificio TIC de El Entrego expusieron su negocio, antes de elegir a los que acabaron siendo los mejores y más innovadores proyectos del año. La gala arrancó con la intervención de la directora gerente de Valnalón, Marta Pérez, que destacó que desde la creación semillero de empresas han pasado por él ya "1.591 emprendedores". El Consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre, intervino en el acto destacando el papel que Valnalón tiene en el "cambio de mentalidad" de los asturianos, "que pierden el miedo" a desarrollar su propia empresa. La labor de Valnalón "es a largo plazo, y exige esfuerzo y dedicación" y "está dando ya sus frutos". Por ejemplo, los diez proyectos elegidos finalistas, y que fueron expuestos por sus impulsores durante el acto.

Las iniciativas finalistas, todas ellas en funcionamiento, fueron (además de las tres ganadoras), la empresa de prevención de incendios Fire Control Sistems; el centro educativo para niños El Mundo de Jugar y Aprender; el Centro de Estudios Noreña; la tienda de infusiones Rosa de Té; la firma de arquitectura y análisis de riesgo inmobiliario Smart Home Studio; la mercería creativa Don Dedal y la consultoría ambiental Nogal. Las premiadas al final fueron Huole Xi Yu, que ofrece cursos baratos de español para chinos, además de "difundir con cursos" la cultura española en el país asiático, apuntó uno de sus cuatro creadores, Aida Antuña, y Currusquinos, que propone un nuevo modelo educativo a los niños, denominado "aprendizaje activo", tal y como explicó una de sus impulsoras, Sandra Redondo, que recogió el premio. En el apartado "Mejor uso de las TIC", los ganadores fueron LTA-Astur, diseñadores de una pistola láser destinada a "jugar y ser protagonista de tu propio videojuego o tu propia película", apuntaron sus creadores, Ignacio Fernández y Jesús Laine, que además tienen previsto abrir una sala de juego "ambientada con motivos de ciencia ficción".

Antes de que se desvelasen los ganadores, el polifacético Pep Torres impartió una conferencia, "Emprendedor, creativo y buscador de ideas", en la que el inventor y empresario catalán (colaborador en numerosos medios de comunicación) dejó claro que "nunca se sabe dónde va a poder llegar una idea". De esta forma, lo mejor es siempre "intentar ejecutarla, llevarla a cabo. Puede que al final sea la idea que te va a impulsar". Torres contó su propio caso, cuando inventó una máquina expendedora, conectada a una bicicleta estática. Sus productos eran gratis, pero para poder sacarlos "había que pedalear la cantidad de calorías que tenía el producto elegido". Este invento, "que puede parecer una locura", acabó saliendo en las páginas de algunos de los principales periódicos de Estados Unidos, y lo colocó como "uno de los principales inventores del año".

Su pasión, la creatividad, lo ha llevado hasta el punto de abrir un Museo de los Inventos en Barcelona, para el que consiguió financiación tras visitar "a 27 bancos", de los cuales cuatro sí le prestaron apoyo, además de dos de sus amigos. Así reformó un bajo del que nació el museo, en 2011, y desde entonces ya ha tenido 97.000 visitas, e incluso ejerció como consejero de emprendedores. Ahora trabaja para abrir un centro similar, pero en Montreal (Canadá).

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