"Estamos rodeados de hitos industriales en Langreo, negarlos sería un error"

Mario Yáñez Aller es un arquitecto de La Felguera de 28 que, pese a su juventud, ya ha trabajado en medio mundo. Comenzó la carrera de arquitectura en 2004 en La Coruña y gracias a un beca Erasmus cursó un año en la Escuela de Arquitectura de Ferrara (Italia), donde tuvo la oportunidad de profundizar en la construcción de edificios sostenibles. También tiene el máster de Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática de la escuela de arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Posteriormente se desplazó con una beca a Rotterdam. Allí finalizó la tesina "Recuperación industrial de baldíos industriales. El caso de la Sociedad Ibérica del Nitrógeno en Langreo", centrada en la rehabilitación ambiental y urbana de Nitrastur. En 2014, tras una breve estancia en Burdeos, se trasladó a Hyderabad, en la India, donde reside en la actualidad.

-¿Cómo surgió la idea de centrar la investigación en Nitrastur?

-Crecer en las Cuencas significa estar relacionado directa o indirectamente con la industria, así que es entendible que históricamente no podamos separar la evolución urbana de Langreo y el desarrollo industrial de la zona. En los últimos años hemos visto cerrar un gran número de empresas, lo que conlleva en muchos casos al abandono de edificios e instalaciones que, más allá de ser meras construcciones, son hitos en las tramas urbanas y sociales locales. El caso de Nitrastur es paradigmático. En 20 hectáreas se sitúan algunos de los edificios con mayor valor patrimonial del movimiento moderno de Europa, una muestra excepcional de racionalismo urbano, y un ejemplo de la aplicación del paternalismo industrial a todas las escalas.

-Esta parcela es la gran zona de expansión de Langreo, ¿qué usos habría que potenciar?

-Tal y como propongo en la tesina, entiendo que por la situación económica y por las necesidades demográficas, cualquier actuación en Langreo a día de hoy no debería planificarse como un proyecto con resultados a corto plazo, sino como algo secuencial que evolucione en función de las necesidades que vayan surgiendo. En primer lugar, y quizás por ello sea el paso más importante, debe llevarse a cabo la recuperación ambiental. La siguiente etapa sería implantar usos compatibles en los edificios, y en este caso contamos con la ventaja de tener todo tipo de construcciones que pueden adaptarse a usos culturales, industriales, deportivos o residenciales.

-Hace unos años el Principado lanzó un plan para crear un espacio residencial y de empresas tecnológicas en la zona que quedó en el aire, ¿cuál es la razón de que el desarrollo de la zona no acabe de cuajar?

-Es un terreno con muchos intereses económicos, y no han sido pocas las disputas por la titularidad de las parcelas. A la problemática de la costosa descontaminación de los suelos hay que sumar la situación económica actual, lo que anula casi desde el principio cualquier actuación. Por ello insisto que es importante que los proyectos sean planificados con actuaciones progresivas, algo parecido al "prueba y error" de antaño. Ahora se lleva más aquello de error desde el primer momento.

-¿Qué capacidad tienen esta zona para fijar población?

-Son muchos los condicionantes de los que dependemos, y no es ninguna novedad hablar de desempleo o falta de oportunidades. Sin embargo, a una escala más inmediata y hablando de aspectos urbanos, la regeneración del área de Nitrastur trae implícita la necesidad de revitalizar los núcleos y zonas inmediatas de baja densidad. A una escala territorial, la implantación de algunos usos generales en los edificios industriales de mayor volumen puede favorecer la captación de residentes y usuarios.

-¿Cómo podría corregirse el impacto visual?

-Me gustaría señalar la diferencia entre impacto visual e impacto ambiental. Muchas veces pueden confundirnos los términos. En mi opinión, corregir el impacto visual no es el aspecto más significativo. Estamos rodeados de hitos industriales con los que hemos convivido durante la mayor parte de la historia reciente de Langreo y negarlos sería un error; estaríamos destruyendo la identidad territorial de los concejos mineros.

-En la investigación también plantea usos museísticos.

-El proyecto justifica en su parte final la combinación de usos, y por lo tanto debe haber cabida a los equipamientos culturales, ya sean museos, salas de exposiciones o recintos feriales. Sin embargo, entiendo que la implantación de museos en las Cuencas debe ir orientada a una interpretación del territorio que, al fin y al cabo, es el elemento común de todos los distritos.

-¿Está la población del Valle sensibilizada sobre la protección del patrimonio industrial?

-Creo que sí. Principalmente por el hecho de que la gente está directa o indirectamente familiarizada con la industria y minería. Esto se refleja en la acogida y aceptación de nuevas propuestas. El problema aparece si una vez comenzados estos proyectos se abandonan, o cuando ya finalizados generan disputas e intereses que impiden su utilización. Por ello insisto en la necesidad de realizar propuestas pensadas a medio o largo plazo, considerando todas las variables, de forma que vayan evolucionando en función de la respuesta de los ciudadanos.

-¿Cuáles son los elementos más valiosos del conjunto de Nitrastur?

-El valor de Nitrastur podemos establecerlo a escala urbana, arquitectónica y social. En la urbana señalo la propia distribución de los edificios en la parcela. En cuanto a arquitectura e ingeniería, destacan los imponentes almacenes de abonos ternarios y sulfato amónico, la torre refrigeración, los talleres distribuidos en diferentes niveles y los vuelos de las marquesinas. Finalmente en lo social, la historia de esta factoría va aparejada al paternalismo industrial, lo que justifica aún más la importancia cultural del conjunto.

-¿Es Valnalón el ejemplo a seguir en la reutilización del patrimonio?

-Valnalón es un buen ejemplo y un referente si hablamos de recuperación de patrimonio industrial. En cierta medida han podido identificarse las necesidades productivas de los nuevos tiempos y adaptar para nuevos usos los edificios que dieron origen a la industria langreana. Existen elementos comunes con Nitrastur, como pueden ser los grandes volúmenes edificados, la existencia de hitos que en vez de generar impactos han proporcionado oportunidades para implantar nuevas funciones, e incluso la proximidad a las zonas residenciales que han establecido estrategias para eliminar las barreras y favorecer su accesibilidad.