Los trabajadores de la empresa langreana Talleres Jesús Álvarez denunciaron ayer el "reiterado retraso en el pago de las nóminas". Esta situación fue analizada por la plantilla en una asamblea celebrada esta semana, donde se llegó a plantear la posibilidad de iniciar movilizaciones si en el próximo mes se mantiene y si la dirección de la empresa "no entabla un diálogo con nosotros", indicaron. Talleres Jesús Álvarez está ubicado en el polígono de Valnalón y su principal actividad es la mecanización de precisión y la valvulería industrial. La compañía ganó el premio Sodeco en 2009.

A a los trabajadores actualmente, aseguraron, se les adeuda la nómina de julio y la paga extraordinaria. La empresa tiene 22 empleados aunque llegó a tener 48. En 2013 se aplicó un expediente de regulación con despidos y suspensiones de contrato que formaban parte de un plan de viabilidad. Desde entonces los pagos "se normalizaron" durante unos meses pero después se produjeron retrasos. En ese momento, aseguraron los trabajadores, se reestructuró la deuda bancaria y la empresa dispuso de dos años de carencia, que concluyen el próximo mes de noviembre.

La plantilla inició movilizaciones a principios de enero de 2013 para mostrar su rechazo al ajuste impulsado por la dirección. Los operarios desarrollaron entonces paros de una hora al día: la última en el turno de mañana y la primera en el de la tarde. De esta forma toda la plantilla se reunía de una a tres de la tarde. Las protestas que se desarrollaron consistieron en marchas desde las instalaciones de la empresa, en el polígono de Valnalón, hasta el parque Dolores Fernández Duro de La Felguera. También se realizaron concentraciones los sábados por la mañana en el mismo lugar, a mediodía.

La compañía había sufrido entonces una disminución de la carga de trabajo, que llevó a diseñar un plan de viabilidad. Ese proyecto fijó la reducción de costes mediante regulaciones de empleo y despidos. Los responsables de la empresa sostenían en 2012 que las medidas tomadas estaban encaminadas a tratar de salvar la actividad y que pasaban necesariamente por la aplicación de despidos, un planteamiento que fue rechazado por los trabajadores.