La Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha financiado, a través del proyecto LIFE+ Urogallo Cantábrico, un programa que ha permitido mejorar el hábitat de la especie en montes de Galicia, Asturias y Castilla y León. En concreto, se ha actuado en 138 hectáreas de terreno, 65 de ellas en la región y 27 pertenecientes a la zona de Caleao, en Caso.
El programa de custodia del territorio busca la colaboración entre propietarios de fincas (públicos y privados) y entidades conservacionistas para la puesta en marcha de actuaciones de restauración y mejora de hábitat. Las herramientas empleadas fueron, entre otras, los desbroces selectivos para favorecer el crecimiento de arándanos (lo que permite aumentar la disponibilidad de alimento para el urogallo cantábrico) y la instalación de colmenas en diversas zonas para fomentar la polinización de esos arándanos. También se ha controlado la densidad de depredadores.
En la zona de Caleao se llegó a un acuerdo con la junta vecinal para intervenir en los montes de Cotorgán, bajo supervisión del Foro Asturias Sostenible, y en el valle de Arco, con la colaboración de la Asociación de Ciencias Ambientales. Óscar Prada, representante de las dos asociaciones en los programas de custodia del hábitat del urogallo, se ocupó de coordinar ambos proyectos. "Es una iniciativa que no sólo contribuye a restaurar el hábitat del urogallo sino que ayuda a dinamizar la economía local. En Caleao participaron dos ganaderos, un biólogo y un ingeniero de montes de la zona, que hicieron un gran trabajo", apuntó Prada, que también resaltó la importancia de la labor de las entidades locales. "En Asturias apenas quedan cuarenta. Creo que deberían tener un mayor peso en la toma de decisiones en los planes de desarrollo rural", remarcó.
Juan Ramón González, presidente de la parroquia rural de Caleao, esgrimió que se trata de un proyecto que "beneficia a todas las partes". "Nosotros estamos encantados. Junto a las mejoras en el hábitat se repararon caminos e incluso se actuó en las cabañas en las que se quedaron las personas del proyecto".
En los montes de Cotorgán se mejoraron las arandanedos con desbroces selectivos y se pusieron en marcha medidas para evitar la expansión del matorral. Las tareas se desarrollaron en una superficie de casi 14 hectáreas. También se llevaron a cabo desbroces en 13 hectáreas del valle de Arco. Ibias, Degaña y Cangas del Narcea fueron otros de los puntos de Asturias en los que se intervino.
