La madre de Nicolás dejó ayer la habitación en la que estaba ingresada dentro del hospital Valle del Nalón al recibir el alta médica, tal y como confirmaron sus padres. El pequeño permanece en el centro sanitario aunque la menor "puede verlo sin problemas", remarcó el abuelo, como ha ocurrido en los días anteriores. Tanto la madre como los abuelos están "deseosos" de poder salir del hospital y volver a su casa en el barrio de El Pilar de Lada "todos juntos". Así lo habían asegurado los padres de la menor el pasado martes cuando relataron en LA NUEVA ESPAÑA cómo se habían producido los hechos. Ambos aseguraron que se habían encontrado a su hija "sangrando, estaba casi muerta, porque había parido sola en la bañera y salvado la vida del pequeño".
Los padres también defendieron que su hija "no abandonó al bebé, lo ocultó porque tuvo miedo". De hecho, nadie sabía que estaba embarazada, ni su familia, ni sus vecinos, ni en el instituto al que ha acudido durante todo el curso académico. La joven dio a luz entre las doce y media y la una y cuarto de la tarde, pero sus padres -que estaban trabajando- no llegaron a la vivienda hasta pasadas las tres de la tarde. De hecho, aseguraron que la menor trató de contarles lo que había ocurrido, "pero estaba tan mal que lo que menos que pensamos es que hubiese tenido un hijo y no paramos hasta llevarla al hospital". Una vez que los médicos la estabilizaron, consiguieron finalmente que confesase que había dado a luz y que el pequeño estaba en el trastero del edificio. Fue entonces cuando el abuelo acudió junto a los dos agentes de la Policía Nacional hasta el inmueble y se encontraron con el bebé en el interior de un armario de tela.
