Siete colectivos ecologistas reclaman a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales la puesta en funcionamiento del centro de recuperación de la fauna salvaje, ubicado en Sobrescobio. El equipamiento "estrella" del Parque de la Fauna de Redes no ha abierto sus puertas para cumplir el objetivo con el que fue proyectado y sólo ha albergado el proceso de recuperación de dos osas, "Lara" y "Molinera", actividad que apenas tuvo ocupado el centro durante cuatro meses.

El grupo de ornitología Mavea y otros seis colectivos ecologistas han firmado un escrito en el que demandan al Principado "que habilite de una vez por todas" las instalaciones. Las otras organizaciones son la Coordinadora Ecologista de Asturias, el Colectivo Ecologista de Avilés, la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA), la Asociación Ultravioleta, SOS Cuideiru, y la Coordinadora Ornitológica de Asturias. Todos ellos son partidarios de que se prohíba trasladar a la fauna silvestre a instalaciones privadas.

Actualmente, el Principado deriva los animales silvestres encontrados que precisan atención a la piscifactoría de Infiesto y a diversas empresas privadas que trabajan con la fauna, figurando en este listado las instalaciones del parque de Isabel La Católica, de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (CEPESMA) y de El Bosque. Estas dependencias no disponen, a juicio de estas organizaciones ecologistas, de las condiciones adecuadas para cuidarlos y mantenerlos.

Los colectivos ecologistas destacan que todas las comunidades autónomas del país tienen un centro de recuperación de la fauna impulsado por su gobierno regional salvo Asturias. En este caso, si se dieron los pasos para poner en marcha este equipamiento pero aún no entrado en funcionamiento a pesar, sostienen, de la inversión realizada. Al equipamiento se destinaron 4,5 millones de euros de fondos mineros.

El "hospital de animales" fue construido en la zona de El Castrín, en Sobrescobio. Su construcción comenzó en 2008 y, tras sufrir varios parones, concluyó a mediados de 2010. Este descomunal edificio, de 4.076 metros cuadrados (medio campo de fútbol) no se utiliza, por ahora, para lo que originalmente se construyó: curar los animales encontrados heridos para que vuelvan a su hábitat. Sólo ha servido para la recuperación de dos osas, "Lara" y "Molinera", durante un periodo total de cuatro meses.

Los planes de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales en el mandato pasado pasaban por la apertura paulatina de las instalaciones. El proyecto inicial era más ambicioso que el que finalmente fue ejecutado ya que al edificio construido se sumarían unos cercados exteriores de 6,3 hectáreas de superficie, y miradores en las proximidades para que los visitantes pudiesen ver a los animales. Este equipamiento formaba parte del llamado parque de la fauna, un proyecto que fue anunciado en 2005 por el entonces presidente, Vicente Álvarez Areces. Incluía el centro de cría en cautividad del urogallo, que funciona, y el centro de interpretación de esta ave, que no ha abierto sus puertas aunque se construyó el edificio.