Los vehículos obligados a pasar la nueva prueba del control de emisiones con los dispositivos de lectura OBD serán 26.667 este año, aproximadamente el 8 por ciento del total de los vehículos que pasarán por las estaciones de ITV. Se prevé que esa tasa se mantenga en 2019.
Según los cálculos de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), de ese 8 por ciento, aproximadamente un 6 no superará la prueba, lo que no representaría ni el 1 por ciento de los más de 324.000 que pasan las revisiones todos los años.
La obligatoriedad de la nueva prueba de emisiones contaminantes entró en vigor el pasado lunes, aunque las estaciones de ITV asturianas ya la empezó a realizar el pasado mes de mayo sólo a modo de prueba.
El control de emisiones con el sistema OBD se aplica exclusivamente a los vehículos matriculados a partir del 1 de enero de 2011, y a los industriales desde el 1 de enero de 2014.
Celestino Pérez, director técnico de Operaciones en la empresa pública que gestiona las ITV en Asturias (ITVASA) y miembro en el Comité Internacional de Inspección Técnica de Vehículos (CITA), explicó que según los datos del parque de la Dirección General de Tráfico, el número total de vehículos a inspeccionar durante este año ascendería a 427.078, aunque según sus cálculos, la cifra real de revisiones será similar a la del año anterior. "Si se tienen en cuenta estas cifras, y que sólo el 8 por ciento están obligados a someterse a la prueba de OBD, no hay motivo para que cunda la alarma", señaló.
La edad media del parque automovilístico asturiano es de 13 años. La mayor parte de los defectos detectados es en el alumbrado, que antes eran considerados graves pero que han pasado a ser leves.