El Ministerio de Fomento sopesa devolver el diseño de la variante de Pajares al estado anterior al cambio de planes del último Gobierno del PP. El repliegue equivaldría a retomar la pretensión de abrir el paso ferroviario bajo la Cordillera con las vías inicialmente dispuestas en ancho ibérico y montadas sobre una traviesa polivalente que permita su mutación al estándar -el más propio del AVE-, en un futuro en el que también por éste puedan circular trenes de mercancías, algo todavía hoy inviable.
El nuevo volantazo en el diseño de la Variante implicaría una vuelta al proyecto que el mismo PP engendró, y que incluso empezó a ejecutar hasta que la presión de Foro en plena negociación presupuestaria le hizo virar hacia el ancho estándar en uno de los dos túneles, equipado el otro con carril de dimensiones ibéricas, el único que a día de hoy permite el paso de los mercancías. La recuperación del planteamiento anterior ofrecería como propósito oficial un intento de agilizar los plazos de entrada en servicio de la infraestructura, evitando el levantamiento de vías ya instaladas en ancho peninsular o los recovecos administrativos que requeriría el programa que Fomento concibió a finales del año pasado, previa negociación con Foro, cuando Íñigo de la Serna dirigía el departamento.
Como el Ministerio cambió de vía con el proyecto en marcha, incluso con parte del carril ya colocado en ancho ibérico, el nuevo diseño exigía por ejemplo levantar las vías en el tramo entre La Robla y la embocadura Sur de los túneles de la Variante para trasladar la distancia entre raíles a las del ancho estándar. El Consejo de Ministros decidió el jueves resolver el contrato de las vías de este trayecto, adjudicado en 2014 por 7,8 millones sin IVA, en un movimiento que hay quien interpreta ya como un indicio del plegado de velas de Fomento, o como un anticipo del próximo retorno al ancho ibérico. Como quiera que se anuncia solamente la rescisión del contrato, y que no se le apareja la tramitación administrativa del cambio del ancho de las vías, el diputado de Foro Isidro Martínez Oblanca daba por cierto ayer, "sin ninguna duda", que la decisión de Fomento anticipa la vuelta al ancho ibérico.
Si esos planes se confirman, la batalla política alrededor de la Variante habría vuelto. Habrá retornado en los términos en los que se planteó durante la segunda mitad del año pasado, convirtiendo las especificaciones técnicas de la línea ferroviaria en insólito motivo de controversia partidista. Entonces, Foro -su voto era decisivo para el éxito de los presupuestos- consiguió arrancar del Gobierno el compromiso "AVE puro" de ancho estándar y el cambio de planes para la Variante.
Ahora, con el socialista José Luis Ábalos al frente de Fomento, la decisión de recuperar el proyecto anterior contaría seguramente con la aprobación del Gobierno del Principado, que sigue sin ocultar su inclinación por asegurar el tráfico mixto, continúa defendiendo el ancho ibérico mutable como la opción que mejor lo permite sin que los trenes de pasajeros pierdan competitividad y abogaría por no tener que levantar raíles. Todavía el jueves, mientras el Consejo de Ministros daba de paso la resolución del contrato de las vías de la Variante, en la Junta el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, aludió muy significativamente a la posibilidad de acortar los plazos de apertura -el último es 2020 para que la infraestructura quede lista para las circulaciones de pruebas- "si se toma la decisión correcta para el tráfico de pasajeros y mercancías". Concretó más, habló de la necesidad de resolver "rápido los contratos que dieron lugar a la discusión sobre el ancho de vía" y de "tener un escenario de mutación hacia un acho internacional más adelante".
