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Los efectos de la pandemia en la educación

Los universitarios rechazan el aprobado general: "Nos marcaría laboralmente"

Los estudiantes, que sacaron adelante seis de sus siete enmiendas al calendario, piden suprimir los criterios de permanencia de las carreras

Los universitarios rechazan el aprobado general: "Nos marcaría laboralmente"

Los universitarios asturianos, en sintonía con los de otras comunidades autónomas, rechazan "cualquier tipo de aprobado general", como reivindica el Sindicato de Estudiantes. "Esto está muy bien para colegios e institutos, pero no para la Universidad. Es una forma de quedar marcados para nuestro futuro laboral: 'A este le regalaron la carrera...'", sostiene Ángel Caraduje, presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Oviedo. Los alumnos han propuesto al Rectorado, en una reunión celebrada ayer, otras compensaciones por la crisis del coronavirus. La primera, suspender los criterios de permanencia o, lo que es lo mismo, no echar a ningún estudiante de la carrera por no haber superado los créditos mínimos. La segunda, no subir el precio de la matrícula de las asignaturas suspensas. Y la tercera, relajar los requisitos académicos para obtener una beca.

En todo ello hay consenso entre los universitarios de toda España, que han utilizado estas semanas las redes sociales como altavoz. A los asturianos la campaña "Uniovi nos abandona", que fue tendencia nacional en Twitter el 22 de abril, les dio resultado. En el Consejo de Gobierno del viernes consiguieron sacar adelante seis de las siete modificaciones que hicieron -previamente consensuadas con los decanos- sobre la propuesta que llevó el equipo de Santiago García Granda. "Consideramos que es un calendario positivo, aunque nos quedó una espinita clavada. Pedíamos que no hubiese pruebas presenciales el 3, 4 y 5 de junio, porque lo que tenemos es una macroconvocatoria de exámenes de dos meses sin un respiro", explica Caraduje.

Los alumnos lograron, entre otros cambios, extender hasta el 3 de julio -en un principio fijado en el 23 de junio- la convocatoria ordinaria de pruebas presenciales, limitar a tres semanas consecutivas la evaluación en los centros, e informar 20 días antes del primer examen presencial si se van a poder hacer pruebas en las aulas. Contando que el primero fuese el 3 de junio, que es cuando empieza la convocatoria ordinaria presencial, el aviso a los alumnos debería hacerse el 14 de mayo. Si en esa fecha no se pudiese aún garantizar el desarrollo de exámenes tradicionales, "se obligaría a los profesores a hacerlos por medios telemáticos", aclara Ángel Caraduje.

Algo que es altamente probable, ya que el plan de desescalada del Gobierno, que llega hasta el 30 de junio, no contempla como excepción para abrir facultades las pruebas universitarias y sí la EBAU. "Es difícil que no haya incertidumbre porque la hay con todo, pero por lo menos hemos conseguido que nos avisen con 20 días de antelación y que los calendarios de cada centro estén listos el 15 de mayo", abundan desde las Asambleas de Estudiantes.

Los alumnos seguirán peleando. En la reunión de ayer con el equipo rectoral exigieron la suspensión de los criterios de permanencia. A día de hoy, los universitarios matriculados a tiempo completo tienen que superar, como mínimo, 12 créditos para que puedan continuar con sus estudios, y 90 en tercero de grado. "No se debería echar nunca a nadie de la carrera, pero este año menos aún", dicen. Mismo planteamiento hacen sobre las matrículas. "Si suspendes una asignatura, tienes que pagar el doble. Queremos que no se penalice a nadie económicamente", añaden.

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