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El próximo curso será "catastrófico", sobre todo en la pública, alertan las academias

Los profesores de clases particulares consideran un "error" que no se avance materia: "Hay alumnos que tendrán un verano de seis meses"

El próximo curso será "catastrófico", sobre todo en la pública, alertan las academias

Si antes ya había diferencias de nivel entre la concertada y la pública, ahora, tras la pandemia del coronavirus, la brecha es todavía más evidente. Así lo aseguran profesores de las academias de estudios, que han dado clases particulares a alumnos de ambas redes durante el estado de alarma. "Hay estudiantes de la concertada que tienen clases online todos los días y otros de la pública que ni una sola. Les mandan ejercicios y ya. Muchos se ven descolgados del sistema", alertan. Y eso provocará que el curso que viene sea "catastrófico". "Hay alumnos que piensan que las vacaciones de verano de este año son de seis meses. Y si ya con dos meses y medio les cuesta arrancar en septiembre, el próximo curso será mucho peor", lamenta Pablo Labrada, responsable del Centro de Estudios Ayala, con sede en Oviedo.

Su academia recibió presencialmente el pasado lunes a los primeros jóvenes. Labrada dice que la sensación de vacaciones es mayor "a medida que bajas de curso". Desde el inicio de la crisis, los centros públicos no avanzan materia salvo en 2.º de Bachillerato, tal y como ordenó la Consejería de Educación; algo que está llevando a "regalar aprobados" y a que los jóvenes "pasen de todo", denuncian en los centros de estudios. Para Labrada, los mayores perjudicados el curso que viene serán los alumnos que pasen a 2.º de Bachillerato, "un curso duro y muy rápido". Valerie Vázquez, al frente de Clases Particulares Vaula, en Gijón, critica que "cada instituto hace lo que quiere" y que "no hay organización". "Di hasta clases gratis porque no quería dejarlos parados, en el limbo de la educación", cuenta. Eso sí, muchos padres han prescindido del refuerzo con el pretexto de que "con lo que están dando en el colegio, no necesitan clases particulares".

Vázquez pone el foco en los alumnos de 2.º de Bachillerato, que a finales este mes se enfrentan a la EBAU. Sobre el temario, vuelve a haber desorganización. "Cada centro y, si me apuras, cada profesor ha empezado por un tema diferente. Yo tengo alumnos que comenzaron el curso con matrices y otros con funciones", expresa. Así que eso de que la selectividad será más fácil y con más opcionalidad es relativo. "Si un bloque no lo han dado, la opción de elegir entre dos preguntas desaparece", puntualiza Pablo Labrada.

Cristina Martínez, responsable del centro de estudios Números, en Avilés, ha notado "mucha diferencia", durante los últimos tres meses, entre las clases a distancia de la concertada y la pública. "En los colegios concertados habrá diferencias entre asignaturas y entre profesores, pero se han dado clases o, al menos, ha habido un seguimiento diario al alumnado. En la pública, en cambio, no", comenta. La orden de no avanzar materia cree que "pasará factura a todos" los estudiantes. "Yo he avanzado con los que he podido y los padres acogieron mi decisión con alegría. Me dije: 'No, no, aquí hay que avanzar. Un chaval no puede pasar a 2.º de Bachillerato sin saber hacer derivadas'", apunta. Martínez asegura también que, como consecuencia del aprobado general -la instrucción de la Consejería es que la repetición sea una medida excepcional y que la nota final de los alumnos no puede ser inferior a la lograda antes del estado de alarma-, "muchos jóvenes pasan de todo". "¿Quiénes no han pasado? Los que se interesan por la formación y los que iban muy mal y vieron la oportunidad ahora de aprobar", puntualiza. Sobre la motivación de los chavales, la profesora avilesina indica que "hay de todo", aunque esta semana, con el buen tiempo, la mayoría cambió las clases de refuerzo por la playa y reconoce que por lo general "están cansados".

Elena Rodríguez, de Clases Manuela, en Oviedo, aprecia también "mucha diferencia" entre los estudiantes de la concertada y la pública. La docente es de la opinión que no avanzar materia es "un error": "En ciertos cursos se podría haber aprovechado el tiempo más". Rodríguez sostiene que esta situación "no les gusta" a los estudiantes. "Ellos no están felices así. Como todo en la vida, cuanto menos haces, menos quieres hacer. Y si no tienen un sistema que les motive... Los alumnos están desconcertados", apunta. El "miedo" de esta profesora particular es que "en octubre tengan que volver a casa" por un rebrote del virus y los jóvenes vuelvan a quedarse descolgados. Rodríguez no entiende por qué no se aprovecha el verano para formar, por ejemplo, a los más pequeños en los protocolos de seguridad frente al covid-19. "El problema es que nadie quiere trabajar", sentencia.

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